Sporting 4 - Poli Ejido 0, el Sporting líder

Primer partido de la temporada y primera goleada del Sporting, en un partido que se puso de cara en el minuto 17 con un penalty a favor (que transformó Barral) cuando Usero desvió con la mano un remate de cabeza de Barral que supuso también la expulsión del jugador del Poli. Hasta ese momento el Sporting llevaba el mando del partido tocando la pelota con criterio a la búsqueda de huecos en la defensa del Poli mientras que los visitantes se limitaban a defender con orden e intentar salir a la contra, a partir de ahí el partido fue un monólogo del Sporting que tuvo muchas ocasiones para aumentar la cuenta.

En ataque el equipo demostró que tiene un centro del campo de mucha calidad capaz de generar infinidad de ocasiones ya sea por la capacidad de desborde de la línea de media-puntas o por la calidad a la hora de combinar el balón de todos los jugadores y que la falta de un rematador se puede suplir con el trabajo de equipo y la llegada de los centrocampistas, además Barral nos recordó que cuando está inspirado tiene gol y recordó al punta que tan buena primera vuelta hizo la pasada temporada hasta que las lesiones le hicieron bajar su rendimiento. Hay que destacar que Diego Castro y Kike Mateo se entienden muy bien para lo poco que lleva Kike en el equipo, permutan posiciones continuamente y siempre se encuentran, parece que ya los 2 saben siempre donde encontrar al otro, una gran noticia porque si en uno contra uno son buenos cuando se asocian ya hacen auténticas diabluras.

En defensa el equipo no pasó grandes apuros, si acaso se descompuso un poco cuando Preciado concedió descanso a Matabuena, el cántabro dió un recital de robos de balón, posicionamiento táctico y distribución de balón, siempre juega la pelota con sencillez y hacia el lugar correcto, hace simple lo difícil y como premio El Molinón le despidió con una gran ovación. En la línea defensiva Gerard siguió dando la imagen de cacique y en los pocos apuros que paso el equipo dió muy buenas sensaciones, Iván Hernández cumplió, Sastre estuvo a muy nivel y Canella siguió con algún apurillo en defensa pero en general no lo hizo mal, hay que recordar que el chaval todavia está formándose. Afortunadamente Roberto no tuvo trabajo.

Sin olvidar que el Sporting jugó más de una hora con un hombre más hay que valorar que el equipo siempre tuvo el dominio del balón y dió la sensación de haber aprendido a manejar los tiempos de un partido, sin duda ello se debe en gran parte a la veterania que aportan los nuevos jugadores. Además el equipo ha ganado una solidez notable en defensa y en dominio del juego aéreo que hace tener la sensación de que para encajar un gol los rivales tendrán que sudar tinta china, al contrario que otros años que cualquier balón que se acercara al área daba pánico. Los jugadores nuevos agradaron y todos aparentan aportar al bloque lo que se supone que darían. Ahora está por ver si se consigue suplir la marcha de Congo, ya sea con otro delantero o con un paso adelante del bloque, hay que recordar que sólo se han perdido 11 goles respecto a la temporada pasada y en cualquier caso creo que la solidez en el juego defensivo y la mejora en la faceta de elaboración de el juego compensa ya concreces esa pérdida. No olvidemos que los grandes jugadores ganan partidos y los grandes equipos ganan títulos y el Sporting va en el camino de convertirse precisamente en eso, un sólido y gran E-Q-U-I-P-O con todas las letras.

Sporting: Roberto; Sastre, Iván Hernández, Gerard, Canella; Matabuena (De Lucas, m.71), Míchel; Pedro, Kike Mateo, Diego Castro (Luis Morán, m.71) ; Barral (Omar, m.76).

Poli Ejido: Bello Amigo; Cerra, Raúl Torres, Castells, José Mari; Gerardo, Usero, Juan (Curro Vacas, m.45) , Pedro Vega; Toedtli (Molina, m.60) , Bermejo (Robles, m.61).

Goles:
1-0, min. 17: Barral de penalty.
2-0, min. 58: Barral y Diego Castro se plantan solos ante Bello Amigo y Barral la empuja a placer.
3-0, min. 68: Kike Mateo la mete por la escudra a bote pronto desde el borde del área.
4-0, min. 76: Luis Morán se aprovecha de un barullo en el área y marca.