Sporting 2 - Granada74 1; algo épico

Un partido que no pasará a la historia por su calidad sino por la machada de los muchachos de Preciado contra un arbitraje calamitoso y un equipo que se jugaba la permanencia (¿y algo más?).

Empezó el Sporting desenchufado y los visitantes aprovecharon para dominar el juego en la primera parte, robaban balones con facilidad y jugaban la pelota con ucho criterio para lo que se suponía no sólo por su situación en la tabla sino también por las numerosas bajas con que llegaban a Gijón. Pese a todo Marcos Alonso leyó bien el encuentro y anuló por completo las virtudes de un Sporting desorientado gracias a presión en la salida del balón y mucho toque a la hora de elaborar las jugadas. Pese a todo no tuvo el Granada demasiadas ocasiones claras y las que hubo Roberto las anuló con solvencia, el Sporting se contentaba con llegar cuando el balón le caía a los de arriba con esos chispazos de calidad que hacen temible al equipo en esta Segunda División, y es que sin estar finos los jugadores en cualquier momento se la pueden liar a cualquier defensa. El arbitraje estaba siendo aceptable, permitiendo los contactos, hasta que inexplicablemente a Míchel se le ocurre por enésima vez tomarse la justicia por su mano, el colegiado que ya le había perdonado una amarilla sacó una excesiva tarjeta roja al centrocampista del Sporting. Viejos y no tan viejos fantasmas de atracos llegaban a El Molinón que hasta ese momento confiaba en un Sporting que se defendia sin demasiados apuros y parecia poder marcar en cualquier momento. A partir de ahí Preciado recompuso líneas retrasando a Kike Mateo y el equipo buscó nadar y guardar la ropa hasta el descanso agazapado para cazar alguna contra o jugada a balón parado.

Como no podía ser de otra forma se despidió al colegiado con pitada al descanso, este ya había comenzado en los últimos minutos de la primera mitad lo que sería un concierto de pito con un doble rasero tanto en amonestaciones como en criterio para pitar faltas favorable a los visitantes que redondeó dando validez a un centro de Luque en el minuto 48 tras haber salido claramente el balón por la línea de fondo que terminó en el gol de Javi Guerra. Este gol dejó a nuestros jugadores tocados y a gran parte de la afición pero la ichada se animó cuando Preciado, ambicioso, ordenó a Barral entrar en el campo. Todos juntos despertaron a los jugadores que encerraron al 74 en su campo hasta conseguir el empate, un poco por coraje y empuje, otro tanto por el conservadurismo del equipo rival que no obstante cuando tenía el balón buscando los huecos en nuestra defensa tocando bien y con paciencia, pero el equipo con una defensa liderada por Iván y Jorge muy inspirada, un Roberto impecable y el grandísimo trabajo de Matabuena y Kike Mateo capeó el temporal y le dejaba a los de arriba buenas situaciones apra empatar. Tras un par de ocasiones claras falladas Kike Mateo cogió una serie de rechaces.

Era el momento de reponer fuerzas para el zarapzo final, el Sporting se acogotó o fue acogotado, que nunca se sabe, por el Granada en su campo pero seguía disponiendo de buenas ocasiones a la contra. Finalmente, tras mucho sufrimiento llegó la que se antojaba la última oportunidad del partido, córner a favor en el descuento. La afición animaba sin cesar a un equipo que se caracteriza por su poca habilidad a balón parado, se saca el córner, fiasco pero Omar consigue otro saque de esquina que el mismo pone en la cabeza de Bilic con precisión miimétrica, el croata para no ser menos pega el balón en el poste de Jaime que hace una estirada tan buena como inútil, gol. 2-1. Justicia. Victoria. y el dominador con 10 de la mayoria de la segunda parte se lleva los 3 puntos, presiona al Malaga, elimina al Castellón y da un aviso a la Real, esto sigue por el buen camino, que equipo, que afición, que arbitrajes, hará falta la épica para subir pero la épica es algo que siempre le ha ido a este club y a esta afición. Y con este grito despidió a un equipo enloquecido una afición eufórica y un Preciado no menos feliz.

¡Que sí joder, que vamos a ascender!