El segundo de los partidos que, en el margen de sólo siete días, nos enfrentaban al Valladolid tenía especial importancia ya que, Copa aparte, ponía en liza tres puntos en la liga, que es la competición que realmente nos importa y en la que el Sporting se juega no sólo su prestigio deportivo, sino el balance económico... para ello, fiel a sus rotaciones, Preciado se descolgó con una alineación con ciertas sorpresas, y en la que seguía alternando jugadores del once de gala, con otros menos habituales, para tener equipo compensado en todas las competiciones. Los elegidos fueron Sergio Sánchez en la portería, con defensa para Sastre, Iván Hernández, Neru y Canella; centro del campo para Diego Camacho, Michel, Diego Castro y Luis Morán, con media punta para Carmelo y delantera para un Barral en racha. También jugaron Bilic, Maldonado y Lora.
Primer Tiempo
El Sporting ya sabía que el Valladolid pasa problemas para sacar el balón si se les presiona y que entrándoles rápido se les haría pasar muchos problemas. Con esto en mente el trabajo de desgaste de la gente de arriba, más la excelente colocación de Camacho y un Michel que va recuperando la forma (es un jugador que si no está al cien por cien se le nota mucho), el partido comezó siendo un monólogo de ataque rojiblanco, que desactivo a los jugadores peligrosos del Vallodolid, muchos y muy buenos como Sesma, Canobbio o Pedro León, haciendo que no tuvieran nunca el balón.
Tras varios ataques cortados por presuntos fuera de juegos señalados por el linier, que dejaban mano a mano a jugadores nuestros, y que parece que acertó en bastantes pero no en todos, llega el primer gol en un pase perfecto de Diego Castro a Barral que, sólo frente al portero, cede a Carmelo un balón que, pese a quedarse un poco corto, define perfectamente.
Con ventaja en el marcador el Sporting siguió apretando y presionando. Hay que destacar un balón por la banda derecha, en posición de Sastre, que logra cortar Diego Castro que es el extemo derecho... esfuerzo que hace frecuentemente, aunque no tan lejos de posición, que levantó los aplausos del respetable. En uno de esos contrataques, con los protagonistas cambiados, llega el segundo gol en un balón que Carmelo le roba a García Calvo y, teniendo varias opciones, le entrega a Barral para que marque a puerta vacía.
Todo de cara, sin llegada alguna de un Valladolid aunque movía bien el balón, el partido aún mejoró cuando en una dura entrada a Barral el defensa pucelano Marcos ve la segunda tarjeta amarilla y deja a los suyos con diez. Y así al descanso con sonrisas y aplausos.
Segundo Tiempo
Como ya sucedió en la Copa el Sporting tenía todo de cara para no pasar ningún tipo de problemas y, repitiendo los mismos errores, volvió a complicarse las cosas al final. Para comenzar los jugadores se volvieron más egoistas, algo que se está corrigiendo (curiosamente hoy Barral jugó en equipo y entonces sí es un gran jugador) pero que aún aparece en ocasiones, y en vez de sentenciar el partido en las contras en conjunto, intentaron casi todos acabar ellos las jugadas en solitario. Ejemplo claro, y extraño en él, la ocasión en la que Carmelo se la jugó con Bilic sólo para empujar y pasamos del gol seguro del croata al fallo del canario (aunque por poco).
Tampoco creaba mucho peligro el Valladolid, aunque lógicamente trataba de ir más a por el partido, y tras los cambios salimos nuevamente perjudicados hasta que, en un corner, le vuelven a rematar a Sergio en el área pequeñá, concretamente García Calvo, para recortar diferencias. Poco tiempo para más, aunque temblores y nerviosismo en los 5 minutos restantes visto lo inseguro del portero, y partido ganado pese a que nos metieran un gol en una ocasión (casi ni eso realmente). Hay que hay que decir que nuestro guardameta no es portero para primera. Habrá quien espera a sacar pecho cuando no encaje, y desde luego que hará paradas, pero no domina su área chica, no da seguridad y es una lotería constante. Ojalá de aquí al final tuviera cero goles en contra, muchas intervenciones de mérito, y tuviera que cambiar de opinión sobre él, pero ya sabemos que eso no sucederá... hay lo que hay y se necesita algo mejor. Incluso los que esgrimen que le remataron a placer hoy y en Málaga, hay que darse cuenta que es en el área pequeña, y que eso no lo puede consentir...
mencionar también que en los últimos quince minutos de partido, tras tanto correr para encarrilar el paertido y desarticular al rival, habia jugadores que ya no podía casi ni moverse, algo que hay que corregir con cambios más orientados a como está el jugador que a la posición que ocupa. De momento sacamos otra victoria que es lo que importa, pues 24 puntos a falta de un partido para acabar la primera vuelta y 9 de margen sobre el descenso, es algo de un mérito prodigioso y que hay que saber valorar y disfrutar.
Y el miércoles, ahora en Pucela, volvemos a medirnos con el Valladolid. Que el resultado sea el que sea mientras pasemos nosotros la eliminatoria...
2 comentarios:
Como cuando de niño soltamos el manillar de la bici y decimos: "mira, sin manos", ahora hay que decir: "MIRA; SIN PORTERO". Cada balón que se acerca a la porteria es gol con este señor que está en la porteria del Sporting con guantes puestos.
El equipo de 10 otra vez!
ABRAHAM...
Cuando dicen que es como un gato, será por eso de que "gato con guantes no caza ratones" o, lo que es lo mismo aquí, "no coge balones"
:D
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