Partido complicado, de intercambio de golpes, en el que la fe los nuestros movió la montaña osasunista. Preciado mantuvo el once inicial (salvo lesiones, claro) que ganó la semana pasada en La Romareda, así que por el Sporting estuvieron Juan Pablo en portería, con defensa para Lora, Botía, Gregory y Canella; centro del campo para Luis Morán, Lola, Rivera y Diego Castro; con mediapunta para De las Cuevas y punta de lanza para Mate Bilic. También jugaron Matabuena, Barral y Kike Mateo.
Primer Tiempo
El Sporting salió a los típicos minutos de tanteo dentrando al juego aéreo de Osasuna, de donde difícilmente podía sacar nada. Para empezar porque ellos lanzaban pases a sus atacantes, mientras que nosotros lanzábamos balones hacia adelante, lo que hacia que mientras que ellos esperaban el balón y recibían la falta de nuestra defensa, nuestros delanteros tenía que ir hacia la bola, atacarla y realizar casi siempre falta. Algo que poco a poco fue mellando nuestras llegadas y dando ánimo a un rocoso equivo rojillo.
Sin embargo, en un balón echado atrás desde el vértice del área por Diego Castro hacía De las Cuevas, fue golpeado por éste de primeras, alojándolo en la escuadra de Ricardo. A partir de este momento el equipo estuvo sin dominador claro, aunque con el Osasuna intentando llegar, hasta que un inocente Luis Morán realizó un penalty bastante tonto (y claro) que el trencilla, bastante dicutido sobre todo en el reparto de tarjetas, que Nekounam transformó (como ya hiciera en el partido de ida) logrando así el empate con el que se fue al descanso.
Segundo Tiempo
Con el Osasuna más pendiente de esperar, perder algo de tiempo, y aprovechar balones en largo al móvil Camuñas o a los tanques Pandiani y Aranda, y con el Sporting intentando crear algo de juego apoyado en un poderosísimo Rivera en el trabajo, un siempre peligroso Diego Castro y un nuevamente inspirado De las Cuevas que ha comprendido que en un equipo pequeño hay que trabajar y que sigue creciendo (independientemente de los goles), llegó un balón desgraciado que Vadocz tiró al bulto, rebotó en Lola, y acabó en el 1-2 que ponía las cosas cuesta arriba. Más todavía cuando el balonazo causó una hernia al jugador serbio de la que está siendo operado y que le tendrá de baja un par de semanas como poco.
Preciado, que pocas modificaciones podía hacer dado lo limitado del banquillo y máxime haciendo un cambio forzado por la lesión mencionada antes, metió a Barral y a un Kike Mateo ídolo siempre de la afición, y en este caso le salió perfecto porque, con el Osasuna agazapado atrás, este dio la vuelta al partido. Primero con una recepción dentro del área, tras pase de De las Cuevas, que transformó en un pase de gol perfecto para Barral que empujó logrando el empate, y siendo después víctima de un penalty que Diego Castro transformó a lo Panenka en el gol de la victoria.
Entre esos dos goles, una ocasión clara de osasuna en botas de Camuñas que, en un fuera de juego clamoroso (por varios metros) se planta sólo de Juan Pablo que logra despejar a corner milagrosamente y el cambio de un Sergio Fernández que volvía al Molinón y que, con un fuerte golpe, se marchó de la que siempre será su casa entre aplausos del respetable.
Poco más hasta el final, a excepción de una ocasión clara de Kike Mateo y una última de Osasuna ya en la prolongación, y tres puntos importantísimos que dejan al Sporting a once puntos del descenso cuando llegan las últimas curvas peligrosas (aunque nunca se sabe) antes de que el calendario se suavice. Probáblemente, aunque nunca se pueda decir nada, estos puntos hagan que el Sporting vaya a estar cómodo (aunque el margen se acortará, lógicamente) hasta el final. Eso espero.
Lo Mejor.
La fe del equipo en sus posibilidades
De las Cuevas que va comprendiendo que en el Sporting, calidad aparte, hay que ponerse el mono de trabajo. Lleva tres partidos estupendos y ya corre en el campo en pro del equipo.
Diego Castro y Rivera que llevan el equipo, vaya como vaya la cosa, a hombros. Ellos son los más regulares en su rendimiento.
El margen de once puntos que permite que ahora limpiemos ciclos de amarillas (como el de Diego Castro que cumple inteligentemente tras marcar su gol), que recuperemos jugadores lesionados (Carmelo y Lola) con menos aprietos de lo que lo hubieramos sufrido de otro modo.
Kike Mateo. Me alegro muchísimo por él ya que necesitaba algo así en los pocos minutos de los que está disfrutando. Hoy nos demostró, como en una puerta a otro tiempo, que hay un Kike Mateo que jamás será olvidado por varias generaciones que coincidimos, diez años, en un infierno del que nos sacó a goles.
Lo Peor
La inocencia del equipo, provocada por la juventud y comprensible en ocasiones, que le cuesta comprender "el otro fútbol"
Botía, que aunque cuajó un partido muy bueno en lo general, subió a lo loco en la jugada que costó el 1-2 justo por su zona. En el campo se veía antes de que sucediera.
Ahora con tranquilidad a Mallorca (el campo más difícil de primera tras el Camp Nou) y a recibir al Deportivo, disfrutando de los nuestros con el colchón adquirido. Cualquier cosa que sumemos será maravilloso, pues ya sólo nos queda ganar 3 partidos de los 14 restantes para mantenernos de nuevo en la liga de las estrellas, y a al Molinón han de venir los equipos de la zona baja. ¡Lo lograremos!
3 comentarios:
Antes de recibir al Depor, toca recibir al Athletic, no?
Gran victoria del Sporting ante un rival que por momentos fue mejor. Hoy tuvimos la punteria que nos faltó en otras ocasiones.
El árbitro como (casi) siempre. Me alegro por el gran Kike Mateo, siempre tendrá nuestro cariño y se merecia salir por la puerta grande en algún partido de Primera. Por desgracia, en mi opinión, no debe seguir en el equipo la próxima temporada. Como bien dices, Jorge, algunos no olvidaremos a Kike.
Cierto, el BILBAO primero.
:-)
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