Sporting 0 - Zaragoza 0. Si no puedes ganar, asegura no perder.

Partido serio del Sporting, que sigue haciendo gala de una desconocida y estupenda seguridad defensiva lo que, por otro lado, hace que no se tengan tantas ocasiones en ataque (con equipos como el Sporting la manta no da para tapar todo y si tiras de un lado sacrificas el otro) pero al menos es más fácil no perder (y sumar por tanto) y si estás acertado es mucho más posible llegar al final con los tres puntos en el bolsillo.

Me temo que esta crónica no será tan larga como otras, pero es que hay muy pocas cosas en concreto que destacar y nos llevará menos, ya que casi todas las consideraciones son generales. Por el Sporting jugaron Cuellar en portería, con defensa para José Ángel, Botía, Iván Hernández y Lora; Eguren un poco por delante, luego una línea de cuatro formada por Diego Castro, Nacho Cases, André Castro y De las Cuevas, con Barral en punta. También jugaron Nacho Novo, Carmelo y Ayoze.

Primer Tiempo

El Zaragoza, probáblemente por estrategia tejida por Aguirre, salió con descaro y apretando mucho al Sporting que en diez minutos estuvo muy incómodo, viendo como Ponzio y otros gugadores del equipo maño probaban fortuna de media distancia aunque, por fortuna, sin acierto.

A partir de ahí el Sporting se desperezó, ganó la batalla en el centro del campo (que era donde la solía perder siempre que nos iban mal las cosas) con presión extenuante de Cases y André Castro sobre todo y se estiraba con peligro.

La ocasión más clara fue un balón, tras un fenomenal saque de falta de Nacho Cases, al que Eguren no llegó por milímetros ya en boca de gol (no me atrevería a decir si por mala fortuna o porque no tuvo fe en llegar, pero me decanto un poco por lo segundo) y varios pases al centro del área de De las Cuevas y de Lora tras fenomales jugadas personales, pero Barral no sabe desmarcarse salvo para que le metan balones largos al hueco y siempre era Diego Castro el que buscaba el remate en posición de nueve, pero sin acierto.

Otra ocasión estupenda fue un control estupendo de Barral que rompió después la cintura de Jarosik para, con todo a favor, lanzar el balón casi fuera del campo. Y poco más que contar salvo el juego duro que, en ocasiones, llevo a cabo el Zaragoza con el beneplácito de un árbitro que, tratando de dejar jugar, se comió bastantes faltas. Mirad un par de ejemplos...

Segundo Tiempo

El segundo tiempo tuvo al Sporting de dominador claro, con ocasiones que eran despejadas in extremis por la defensa maña o por Doblás, otras oportunidades en las que se daba mal el último paso o se tiraba fuera desviado y con excelentes subidas por banda de Lora. Decir que hubo un gol anulado a Carmelo (creo) que dicen que está bien anulado por fuera de juego del que le pone el balón para empujar.

El Zaragoza se limitaba a intentar cazar alguna contra pero lo cierto es que Cuellar ni tuvo que intervenir ni una vez y, la única sensación de peligro que pasó, fue cuando no fue capaz de coger un balón colgado tras un despeje de Barral ante un defensa del Zaragoza que ni se lo disputó. Pichu tiene que dar menos pánico en esas jugadas, porque en el resto está muy acertado y ese es un lunar muy negro que afortunádamente no nos está saliendo muy caro ahora mismo, pero ya sabemos como son las rachas.

Lo mejor

La solidez y solvencia defensiva de un equipo que salió igual de concentrado hoy que contra los grandes.

El trabajo de Nacho Cases y de André Castro en la presión y la recuperación

Lora, que fue con mucho el mejor del partido, desbordó siempre y logró que no le sobrepasasen nunca. Hizo un partido maravilloso, ¡vaya lateral tenemos!

Diego Castro que lee muy bien los partidos y logra que haya alguien que pueda llegar al remate (aunque no le correspondería a él) cuando un compañero logra romper la defensa.

Iván Hernández, que otra vez estuvo sensacional y algunas jugadas personales de De las Cuevas

Ganarle el gol average al Zaragoza

Lo Peor

Que sólo se sumó un punto

De las Cuevas que, pese a algún destello de muchísima clase bien finalizado con centro peligroso, se desentiende del todo del resto del partido y, un equipo solidario como el nuestro, no se lo puede permitir a cambio de tan poquito

Botía que no estuvo demasiado fino, en especial en la salida del balón (a excepción de un buen par de pases).

Barral que sin balón (salvo para que le tiren balón largo) no sabe nunca que hacer y lo mismo arrastra a los rivales hacia el nuestro que lleve el balón que se pone donde es imposible que le den un pase.

Los cambios, que fueron tarde y no muy comprensibles.

Ahora, sin descanso, y tras recordaros que las fotos que ilustran este post son cortesía de Rocío Orraca, a ver si pescamos algo en el feudo del Sevilla. Habrá muchas rotaciones pero este equipo da otra impresión y no será fácil de ganar ya en ninguna ocasión (salvo que decidamos tirar el partido con diez cambios y esas cosas). ¡Pronto os lo contamos!