Real Madrid 0 - Sporting 1. La fe mueve montañas.

En un momento de la gran película Rocky Balboa, éste le decía a su hijo que lo importante en la vida, como en un combate, no es lo fuerte que puedes pegar sino lo fuerte que puedes resistir, saber recibir sin dejar de avanzar. Aguantar y avanzar, aguantar y avanzar.

Hace dos años nuestra visita al Bernabeu se saldó con un 7 a 1 que, más allá de lo abultado del resultado, dejó una imagen para el recuerdo: miles de sportinguista animando durante media hora al equipo después del pitido final.

El año pasado unas manos clamorosas de Van der Vaar rompieron la fe del Sporting traspasándosela al Madrid, que acabó ganando un partido que el Sporting comenzó ganando con gol de Barral.

Este año, nuevamente con miles de sportinguistas en las gradas, y con un morbo generado por dos intercambios de opiniones entre Mourinho y Preciado que la prensa magnifico hasta el extremo de lo insoportable, el Sporting logró romper una racha tremenda de Mourinho de cerca de 9 años sin perder en su casa con ninguno de los equipos que ha entrenado en ese tiempo. Ni un punto cedido este año como local (tampoco habia cedido ningún punto como visitante el Barcelona hasta pasar por el Molinón) está lejos de ser casualidad, pero las estadísticas están para ser rotas y, afortunadamente para los nuestros, estas se quebraron hoy con el Sporting.

Tras un homenaje merecido a Ronaldo, un jugador que independientemente del equipo que seas dejó grandes momentos de fútbol, formaron por el Sporting los siguientes jugadores: Juan Pablo en la portería; Canella, Botía, Iván Hernández y Lora en defensa; con dos centrocampistas por delante como Rivera y Nacho Cases que precedían a una línea de tres con De las Cuevas, André Castro y Nacho Novo, dejando a Barral de delantero centro. También jugaron José Ángel, Eguren y Sangoy.

Primer Tiempo

El Sporting salió muy concentrado y solidario en el esfuerzo, ante un rival que tenía varias bajas. Por mucho que se diga, y aunque los suplentes del Madrid sin duda serían titulares importantes en casi cualquier otro equipo de primera, la diferencia de aportación entre unos nombres y otros es importante y a la hora de crear fútbol se tenía que notar.

Los jugadores del equipo asturiano pueden tener muchas cosas, pero una que no tienen es miedo al trabajo, de modo que ejercieron una presión incómoda a los rivales haciendo que las ocasiones que tuvieran fueran poco claras. Sin embargo, en un balón colgado en el que Juan Pablo deja la portería sin llegar al balón (otra vez) se produce un gol anulado al Madrid por que el linier indica que el balón sale por la línea de fondo en la jugada del pase atrás que propicia el gol y se produce el choque de nuestro portero con Canella que, con una más que posible rotura de costilla, tiene que dejar el campo con apenas 2 minutos sobre él.

Di Maria era el único jugador rival enchufado, como demostró en varios tiros lejanos sin demasiado problema para el Sporting, bien porque salían desviados o porque iban flojos a las manos de un Juan Pablo bien colocado. Además, cada vez que sentía un contacto con un jugador del Sporting se dejaba caer intentando meter presión a un árbitro que, en cambio, pasó a no creerse ninguna de sus caídas, incluso las que podían ser realmente falta.

A medida que el Real Madrid veía pasar el tiempo, y el Sporting se encontraba más seguro en el campo, los rojiblancos empezaron a intentar llegar, con balones en largo a Nacho Novo y a Barral que, tenían en la llegada de André Castro su mejor aliado, algo que quedó claro en un par de balones que acabaron con tiros desviados pero que, al menos, impedían que el Real Madrid se lanzara con todo al ataque por si las moscas. Entre estos disparos quiero destacar una estrategia de saque de corner que se realizó perfectamente, haciendo que el balón le llegara claro en el área a André que no pudo apuntar bien.

Quitando un remate de cabeza que Khedira no logra conectar por poco y un corner sacado sin peligro en el que el balón le da involuntariamente en la mano a Lora (así lo entendió el árbitro creo que con acierto) sin cambiar la trayectoria del balón, las jugadas más peligrosas fueron rojiblancas, primero con un balón largo que Nacho Novo, tras regatear a Casillas, no logra ni chutar ni pasar, y luego con una jugada de De las Cuevas que no encuentra el pase de la muerte y acaba perdiendo el balón, por milímetros, sobre la línea de fondo.

Segundo Tiempo

El comienzo de esta parte fue distinto, con un partido un poco más roto ya que las fuerzas más escasas de ambos equipos propiciaban más huecos, así en los primeros diez minutos hubo un intento de chilena de Adebayor que no conectó bien con el balón, un par de tiros lejanos y flojos de Di Maria, y varios intentos de contra fallida del Sporting que acababan propiciando que el Madrid colgara balones al área a los que no llegaban, por poco, los jugadores blancos.

En una entrada por banda de Nacho Novo el balón, tras su centro, parece pegar en la mano de un defensa del Madrid en un posible penalty que, a pesar de que no se repitió en la tele, creo que tampoco hubiera sido justo.

Pronto entró, tras su larga lesión, Higuaín... y a penas llevaba un par de minutos en el campo y recibe un balón en el área que engancha con potencia obligando a Juan Pablo a hacer una excelente parada. Parada que, por fortuna, no tuvo que hacer ni cuando Adebayor remata fuera de cabeza en el minuto 19 por no mucho, ni cuando cinco minutos después el propio Adebayor no llega a un balón que se paseó por el área pequeña del Sporting.

Cuando el Madrid parecía más lanzado a por el aprtido, o quizás por eso mismo, al Sporting le salió una contra. De las Cuevas se asocia con Nacho Cases, que le devuelve la pelota al tiempo que Sangoy arrastra a un defensa, y el remate le sale muy ajustado golpeando en el poste de la portería de Casillas y adelantando a los nuestros a poco más de un cuarto de hora de partido.

El gol hizo que el Madrid se lanzara a tumba abierta, emergiendo entonces la figura de Juan Pablo que respondió a tiros lejanos de casi todo el Madrid, en ocasiones fueron desviados y en ocasiones murieron en sus guantes. Los últimos minutos no fueron aptos para sportinguistas con problemas de corazón, con balones al palo, con balones sacados bajo palos, con más balones colgados que en todo el partido y con un Sporting que no veía pasar el tiempo y que, las pocas veces que intentó lanzar contras no estuvo afortunado o fue parado en falta, como la que debió valer la segunda amarilla y expulsión de Lass.

Ese acoso, afortunadamente, no le valió al Madrid para lograr su objetivo y deja tres importantísimos e inesperados puntos en nuestro casillero, al mismo tiempo que permite que el Sporting de la vuelta al mundo al romper una racha con una victoria de la que se va a hablar durante tmucho tiempo.

Lo mejor

El trabajo defensivo y la generosidad de esfuerzo de todos los nuestros. Incluso Nacho Novo se sacrificó en defensa en un partido en el que era especialmente necesario ayudar a Lora ante las acometidas por su banda de Di Maria.

Los tres centrocampistas puros: André Castro, Nacho Cases y un brillante Rivera que no pudo celebrar mejor su renovación automática por partidos con el Sporting, siempre que se de el otro condicionante: mantenerse en la categoría. Algo ahora un poco más cerca.

Iván Hernández y Botía que han dado una seguridad increíble a los nuestros, sobre todo Iván que se ha destapado como una de las piezas más imprescindibles.

De las Cuevas, que está ahora mismo en un idilio fantástico con el gol que le faltaba y Lora, que fue casi inexpulnable pese a la máxima exigencia que se le hizo hoy por parte del Madrid y que además dió una lección de pundonor acabando el partido lesionado (ojalá no sea nada).

La suerte, siempre necesaria, y que hoy estuvo de nuestro lado en el remate de De las Cuevas y, sobre todo, en los rebotes y rechaces del acoso final del Madrid. Merecida, sin duda.

Preciado y Mourinho, que fueron los que más normalidad pusieron tras su rifirafe verbal de la primera vuelta, y que hoy dieron dos lecciones importantes. Preciado por un planteamiento perfecto, posiblemente el único que podía dar la victoria como así fue, y Mourinho porque posteriormente demostró su deportividad entrando a felicitar al Sporting al vestuario.

Lo peor

Poco se puede decir aparte de la lesión de Canella que esperemos sea para poco. Quizás algun desconcierto defensivo provocado por balones perdidos por José Ángel, el juego de Juan Pablo con los pies que no mejora y que se equivoca incluso en balones aparentemente sencillos, o algún desacierto arriba de Novo que no acaba de estar fino cuando tiene la pelota, aunque lo intenta siempre (tiene buen tiro pero está bastante desafortunado en el juego colectivo, falla pases sencillos en las contras que cortan ocasiones importantes). Apenas nada mencionable y todo sin incidencia negativa en el partido.

Que aún no estamos salvados, aunque estamos un poco más cerca. Esperemos, aunque estamos seguros que no, que no nos traerá relajación esta victoria y que seguiremos con esta fantástica actitud de los últimos meses cuando el Osasuna llegue al Molinón el próximo domingo.

Ahora, sportinguistas, a disfrutar de este fin de semana. Y recordad: "Y pobre del que quiera..."