Pese a lo renombrado y especial de la victoria de la semana pasada en el Bernabeu, y aún sabiendo que tres puntos son siempre tres puntos, lo cierto es que el sportinguismo tenía claro que los tres puntos en casa ante el Osasuna eran aún más importantes al tratarse de un rival directo que, además, nos tenía el gol average ganado.
Lo cierto es que decir que el Sporting ha sumado 13 de los 15 últimos puntos disputados, que lleva tres jornadas seguidas ganando o que es uno de los 5 mejores equipos de la segunda vuelta, hace fácil comprender que en distintas ocasiones del partido el campo coreara el nombre de un entrenador que, como ya dijimos allí, debe de estar más allá de toda duda (que no de toda crítica, claro) por la zona noble y por el pueblo sportinguista.
Preciado decidió, como premio y en una decisión juiciosa, repetir el once de la semana pasada o, lo que es lo mismo: Juan Pablo en portería, con defensa para José Ángel, Botía, Iván Hernández y Lora; centro del campo para Rivera y Nacho Cases por delante de la defensa y por detrás de De las Cuevas, André Castro y Nacho Novo, con Barral de delantero centro. También jugaron Diego Castro, Eguren y Luis Morán.
El Sporting salió muy despierto, teniendo claro que no iba a permitir que nadie dudase -siquiera unos instantes- que la victoria en Madrid les habia relajado, de modo que en los primeros 5 minutos ya habiamos tirado dos veces a portería, obligando a Ricardo a intervenir con acierto, y paseado un par de balones peligrosos por el área pequeña de la porteria osasunista sin que encontrasen rematador. De las Cuevas comenzaba muy enchufado en la faceta ofensiva...
Pasado ese momento inicial de salida a tumba abierta, lo cierto es que el Sporting se encontró con el escenario que menos sabia jugar hasta la fecha: un rival que en lugar de llevar la iniciativa del partido y el manejo del balón nos obliga a tener que hacerlo nosotros, y un enemigo que espera atrincherado basando el partido en aprovechar las pocas oportunidades que concediésemos y en anular todas las nuestras incluso perdiendo tiempo desde el minuto uno. Sin embargo este Sporting es otro Sporting, y el equipo mueve el balón con fé, lanza balones en largo y cambios de juego muy interesante y, sobre todo, no tiene miedo de tirar de media distancia aunque hoy no estuvieran afortunados (al menos eso siempre asusta un poco al rival y permite colocarse al equipo, por no contar que un tiro malo puede convertirse en un rebote bueno, algo que no puede suceder sin tirar).
En honor a la verdad hay que decir que el Osasuna no inquietó en ningún momento al Sporting más allá de tímidos acercamientos sin apenas peligro, pero el Sporting poco a poco fue estando un poco más plano a excepción de entradas por banda donde hay que destacar una entrada de Nacho Novo por banda que dio un buen pase atrás donde no habia nadie o un tiro lejano del propio Novo que salió fuera por poco cuando buscaba la escuadra rival.
La segunda parte tuvo la misma dinámica de la primera parte, aunque con el Osasuna dando un paso adelante y obligando a Juan Pablo a tocar más balones que antes, casi siempre en salidas a balones divididos o a algún tiro lejano, aunque el partido se volvió más tranquilo para los nuestros cuando el entrenador rival quitó a Camuñas, el jugador más incisivo del Osasuna, para meter a Pandiani, terror de un juego aéreo donde antes haciamos aguas pero donde ahora estamos tremendamente fuertes y seguros.
El Sporting también llegaba, pareciendo que el pase definitivo de gol iba a llegar en cualquier momento. Sin embargo, no fue hasta que entró Diego Castro, que aportó claridad en el movimiento de balón que llegó la fortuna para nosotros... Castro mete un balón al hueco para Novo que va con ventaja para el central rival Lolo que, en un despiste, deja pasar el balón par que lo coja su portero pero, en realidad, lo coge Barral que estaba justo ahí y aprovechó el regalo marcando el gol de la victoria precisamente en un día en el que actuaba como capitán del equipo. Aquí os dejo el momento en el que el balón entra y el marcador reflejándolo...
A partir de ahí mucha intensidad en la grada, la cabeza bastante fría en los jugadores y en un árbitro que tuvo, por supuesto, errores pero que al menos se mostró dialogante con los jugadores, algo que es de agradecer. Y el tiempo pasó para dejar tres puntos de oro en casa, que nos dejan muy cerca de una salvación que, viendo al equipo, debería darse por segura. Aunque no se debe dar nada por seguro sino pelearlo hasta que realmente lo sea.
Lo mejor
La solidez del equipo en el trabajo de grupo en todo el campo, lo que es el secreto de que con tres goles en los últimos tres partidos hayamos logrado tres puntos. Y no sólo eso, sino que como resultado de ello Juan Pablo lleva ya tres partidos sin encajar un gol en contra...
Botía e Iván Hernández que cada vez se complementan mejor y que siguen firmando espectaculares partidos, aunque lo que es inconmensurable ahora mismo es el trabajo de los dos mejores: Rivera, que vuelve a ser el jugador que se multiplica y que corrije todos los errores en defensa de los compañeros y se ofrece siempre como la primera salida en el ataque y la construcción y Lora, que realmente no se me ocurre un lateral derecho mejor en nuestro país, desde luego Sergio Ramos no lo es... rigor defensivo abrumador, tácticamente brillante y peligroso al ataque, pero sobre todo que su regularidad es espectacular.
De las Cuevas que está en un momento de dulce que sabe aprovechar y un Barral que, al igual que antes deciamos que se le iba la cabeza con excesiva frecuencia, ahora hay que decir que lleva un año donde sigue teniendo todas sus virtudes y ha ido limando muchos defectos malos para el equipo. Sin duda, ahora mismo y hasta que otro pida pasar con argumentos en los minutos de los que disponga, es el delantero que ha de jugar. Lo peor Pocas cosas y ninguna relevante pero, por decir algo, diría el ocecamiento que Novo manifiesta y que, realmente, se vuelve más evidente cuanto más se acerca a las posiciones que él reclama como suyas, pero que parece que podía desempeñar bien en un estilo de fútbol tan diferente como el escocés. Hoy, sin embargo, tuvo momentos muy buenos (de lo mejor desde que llegó) cuando actuaba como extremo puro, lo que me hace pensar que Preciado tiene razón en ponerlo donde lo pone, al menos esta temporada. Pues nada más y ya veis que es un leve matiz, ahora os dejo disfrutando de la tabla clasificatoria donde ya hemos abierto un huevo de 8 puntos con el descenso. No hay que confiarse pero tampoco engañarse, un poco de seguridad más si que da ¿no es cierto? Las fotos son de Rocío.
1 comentario:
Hola!
Fue un partido local en todo momento. Tuvimos un a buena defensa, no la suya, jeje. Y supimos aprovechar los errores. A por la cuarta. Saludos!
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