Sporting 2 - Deportivo 2; el árbitro evita la debacle

El Sporting salvó ayer in extremis 1 punto, pese a jugar uno de sus peores partidos en la segunda vuelta, gracias a un penalty transformado por Barral en el descuento. La ayuda del colegiado resultó crucial, no sólo por la valiente señalización de la pena máxima en el tiempo añadido sino también por el decreto de otra inexistente en la primera mitad que generaría el primer gol de los nuestros.

Primera parte

Pronto se vió lo que iba a ser el partido. El Deportivo encerrado atrás para buscar sorprender al contraataque con Valerón lanzando balones en profundidad a la velocidad de Riki y Adrián. La calidad del canario encontró en los (últimamente poco habituales) frecuentes fallos en la marca de nuestros jugadores un aliado para dejar en posiciones vestanjosas a sus compañeros con fecilidad. El desajuste defensivo empezó por el desastre en el doble pivote, donde Rivera y Eguren se estorbaban en algunas jugadas y se separaban demasiado en la mayoría de ellas, dejando casi siempre demasiados espacios que Valerón supo aprovechar a la perfección. Ahí empezó el sufrimiento de la zaga rojiblanca. Además, ni Lora, ni Cote tuvieron su día en defensa, sufrieron mucho con sus pares; al igual que Iván Hernández, que pasó muchos apuros para defender a delanteros mucho más rápidos que él. Por ello fue providencial la velocidad de Botía al corte para evitar una sangría aún mayor en el marcador, visto que Juan Pablo no tenía tampoco su mejor día, demostrando una vez más que las salidas de portería no son lo suyo. El leonés estuvo siempre tardón para salir a interceptar los envíos largos de Valerón, lo que hizo que pases mal medidos del mediapunta terminarán siendo peligrosísimos y facilitó en demasía el segundo tanto de los visitantes.

En ataque el Sporting tampoco estaba para tirar cohetes pero si que llegaba al área rival con peligro con relativa frecuencia. La circulación de balón era demasiado lenta -en parte debido a la acumulación de gente atrás de los hombres de Lotina- y Nacho Cases no tenía su mejor día para colar sus pases entre líneas, por ello costaba entrar en combinaciones. Así, el peligro llegaba cuando Cote y Lora doblaban a sus interiores, especialmente agresivo en ataque el diestro y con los chispazos de calidad de De las Cuevas que enjugadas individuales o llegando al remate desde segunda línea fue siempre el jugador más peligroso del Sporting.

El caudal ofensivo de los rojiblancos dió para un par de mano a mano con Aranzubia, el penalty inventado por el árbitro por mano inexistente de Laura y un zapatazo al palo de Jose Ángel justo al borde del descanso. Perdiendo 2 a 1 nos fuimos a la caseta entre pérdidas de tiempo y piscinazos de los hombres de los hombres del Depor. Hay que decir que abrió la lata Adrían el minuto 8, empató Ayoze con el polémico penalty en 34 y otra vez Adrían adelanto al Depor en una rápida contra en el minuto 39.


Segunda parte

En la segunda mitad cambió poco el panorama, el Depor seguía fiel a su guión de defender e impedir que el psorting jugara al fútbol con numerosas pérdidas de tiempo y el único interés de lanzar algún zarpazo más a la contra. Los nuestros tocaban con tanta calma como escasez de profundidad y llevaban poco peligro al portal de Aranzubia. Afortunadamente para nuestros intereses, Riki estaba más preocupada por buscar una medalla en salto de trampolín que en buscar el gol y se dejó un par de ocasiones en el intento y Adrián perdió su hat-trick al pifiar una vaselina ante Juan Pablo cuando tenía todo a su favor para marcar.

Por aquel entonces Rivera y Eguren ya desesperabn con su abuso del pase horizontal, Barral intentaba bajar a por la pelota al centro del campo dejandpo el frente de ataque en exclusiva para De las Cuevas, Nacho Cases se había difuminado por completo y Ayoze no se iba ni de su sombra. Por todo ello Preciado movió el banquillo, ingresando a Luis Morán y Bilic por los desacertados Cases y Ayoze para buscar un juego más directo viendo que los rivales estaban cada vez más encerrados en su área. El cambió dotó al equipo de más capacidad de remate y, con más corazón que juego, se iba llegando cada vez con más peligro al área rival pero hasta el minuto 75 no acabó el Sporting de ver con claridad la forma de hacer daño a los gallegos.

En ese minuto fue cuando Preciado decidió meter a André Castro, desde la grada hacía mucho que se pedía la entrada del portugués, el centrocampista con más pegada de la plantilla rojiblanca que se apolillaba calentando en la banda cuando todo el estadio veía las dificultades de Rivera y Eguren para sacar la pelota con velocidad -facilitando con ello el repliegue y las basculaciones del equipo rival- y la nula necesidad de 2 hombres de contención para frenar el inexistente juego de ataque del Depor. Nada más entrar al campo el luso volvió a dar muestras de su potentísimo disparo, estrellando un zapatazo en la madera. Con su entrada añadió diagonales peligrosas a los extremos, verticalidad y velocidad a la salida de pelota y personalidad para perdir el esférico en todo momento. Bajo su batuta el sporting pudo encerrar al depor en torno a los dominios de Aranzubia y conseguir que  el balón se paseara mucho más por el área visitante. Hubo protestar por unos cuantos derribos a Bilic en las inmediaciones del área y un remate de cabeza del croata despejado por un defensor del Depor con la mano en el área. Ninguna de las jugadas fue señalada por el árbitro, tuvo que ser el linier el que -en el descuento- señalara a su compañero un claro penalty por derribo de Barral en el área. El gaditano lo transformó con paradinha y suspense, el júbilo llego a los aficionados locales cuando los 3000 gallegos ya se frotaban las manos pensando en los 3 puntos que se llevarían a Riazor.

Conclusión

Valioso punto en un partido poco brillante de los nuestros que deja practicamente hecha la salvación. Menos malñ, porque de haber perdido se podía poner la cosa muy negra. El equipo no deja de crecer y cada partido da más sensación de dominar los tiempos de los partidos y controlar los nervios a la perfección. Con un poc de suerte, pronto podremos empezar  a planificar la próxima temporada en Primera.

LO MEJOR

*André Castro. Sin restarle méritos a Preciado, él y Nacho Cases han sido capitales en el cambio de imagen de este Sporting. El portugués da una verticalidad al juego y una llegada desde segunda línea que el equipo no tenía, aumentando las variantes tácticas y los recursos ofensivos del Sporting. Ayer revolucionó el juego del equipo.

*De las Cuevas. Cuando aparece, genera mucho peligro. Parece que ya ha empezado a coger el relevo de Diego Castro como referencia ofensiva del equipo.

LO PEOR

*Las bandas. Sin Diego Castro no hay ningún hombre capaz de desbordar pegado a la cal. A ver si por fín este año se consigue traer un par de extremos de verdad.

*La defensa. Un coladero el sistema defensivo del Sporting ayer, vista la trayectoria del equipo no cabe duda de que fue un mal día. Pero hay que destacarlo.

*Juan Pablo. Si cae el larguero lo mata, debe mejorar el leonés y mucho en las salidas de portería ya que jugadas facilmente anulables las convierte en mano a mano contra nuestro portero.

Sporting: Juan Pablo, Lora, Botía, Iván Hernández, José Ángel; Eguren, De las Cuevas, Rivera (André Castro, m.76), Nacho Cases (Luis Morán, m.62), Ayoze (Bilic, m.62) y Barral.

Deportivo: Aranzubía, Laure, Aythami, Colotto, Manuel Pablo, Rubén Pérez, Juan Rodríguez, Valerón, Adrián (Lassad, m.84), Riki (Juan Domínguez m.74) y Guardado (Pablo Álvarez m.89).

Goles:

0-1, m.8: Adrián.
1-1, m.34: Ayoze, de penalty.
1-2, m.39: Adrián.
2-2, m.90: Barral, de penalty.