Hablemos de salidas y renovaciones

 Esta mañana se ha hecho oficial el traspaso de Cote a la Roma por alrededor de 4,5 millones de euros, más incentivos por objetivos que podrían poner el traspaso en los 5 millones. Con esta venta se da por cerrado, teóricamente, el capítulo de salidas del Sporting por estre verano, exceptuando los jugadores que descarte Preciado durante la pretemporada y la hipotética salida de Jorge si decide irse de Gijón a un equipo en el que pueda disponer de minutos.

Ya están descartados Landeira y Carlinos, que puedan irse con la carta de libertad o cumplir el año de contrato que les queda en el Sporting B. Los canteranos son una muestra del gran borrón en el trabajo de Emilio de Dios en la secretaría teécnica del Sporting: las renovaciones. Ya levantamos la voz el año pasado por la renovación de un jugador que llevaba años en el primer equipo sin demostrar nada (Landeira) y claramente estancado y otro (Carlinos) que pese a haber destacado en el filial evidenció en pretemporada que le quedaba muy grande el primer equipo, sin detalles de calidad y sin la confianza de un Preciado que no le dió demasiada bola.

Aventurabamos que no iban a contar en el primer equipo, supondrían un gasto innecesario y ocuparían fichas para nada. En Diciembre ya estaban los 2 cedidos a equipos de Segunda B, ya que ni en Segunda interesaban y este verano se les ofreció jugar en el B ante la falta de ofertas de los futbolistas. Mientras estos jugadores fueron renovados, se esperó hasta el último momento para hacer lo propio con la gran figura de las categorías inferiores Alex Serrano que sigue en Gijón de milagro por mediación directa del mítico Mino padre del futbolista. Ahora, para rizar aún más el rizo, se negocia con Carmelo para ampliar su contrato con el Sporting (que vence al finalizar la temporada) tras 2 años con muy pocos minutos, muchas lesiones y un rol cada vez menor en el equipo; mientras que un jugador en su misma situación contractual con rendimiento en franca progresión como es Nacho Novo no ha sido ni siquiera tanteado por el club. ¿No sería mejor esperar a ver lo que hace Carmelo este año antes de renovarle?

Como se puede ver la filosofía del Sporting a la hora de llevar a cabo renovaciones es un tanto extraña, por decir algo. De momento, solo queda rasgarnos las vestiduras al ver como se espera hasta el último momento para renovar jugadores importantes y se amarra a hombres intrascendentes.