Ayer se cerró, por fín, el regreso de André Castro al Sporting cedido por una temporada sin opción de compra. El portugués es mucho mejor futbolista que Míchel y más adecuado para lo que necesitamos esta temporada, mejor técnicamente, más rápido y con mucha más llegada que el lenense. Con el portugués ganamos gol (que hace mucha falta tras la marcha Diego), visión de juego y velocidad de balón. André es una variante al centro del campo para evitar los atascos de ideas que venía sufriendo el equipo en los amistosos desde la lesión de Nacho Cases, cuya recuperación no será ya tan urgente.
Las malas noticias son para Ricardo León y Sergio, que tendrán un nuevo rival para conseguir la titularidad. Se supone que el tinerfeño debería ir entrando poco a poco en el equipo, para eso se le fichó, y el canterano deberá derribar puertas como hizo Cases en su momento si quiere ganarse un hueco en la élite, como debe ser. El que gana es el equipo, que no podía (ni puede) depender de jugadores incógnitas en un puesto tan importante como el eje del equipo. Ahora la medular parece otra cosa y sólo queda una asignatura pendiente, el delantero.
Otro año más seguimos sin 9, aunque la pretemporada volvió a dejar a la vista las carencias de los arietes del equipo a la hora de definir. Desde el club se dijo en su momento que había alternativas miradas si no se pdoía cerrar a Nino pero hasta ayer sólo había sonado Javi Guerra como objetivo rojiblanco. Ahora Zigic se suma a la lista más como cortina de humo que otra cosa, su ficha de 2 millones de euros por temporada es inasumible por una directiva que dejó marchar gratis a la estrella del equipo (Diego Castro al Getafe) por menos dinero (se dice que 1,5 m. por temporada) , por ello cada día que pasa somos más los que nos olemos la milonga de que no se encontró nada mejor en el mercado y saldremos con lo que tenemos.
La carencia del equipo la venimos anunciando los aficionados desde hace meses, como pasó cuando pedimos defensas tras el ascenso, o pivotes tras la venta de Míchel pero desde el club lo único que se hace es descartar a Zigic y guardar el dinero del traspaso de Cote en el bolsillo. Otra vez los de siempre jugando con fuego, esperemos que por su culpa no nos quememos todos. Una cosa dejó clara El Molinón en el Villa de Gijón, la gente no está ciega, la paciencia se está agotando y la afición lleva los silbidos a mano, listos para salir como vengan mal dadas.
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