El Sporting despertó esta tarde en El Molinón y se reencontró con su mejor juego sin importarle tener en frente a un aspirante a competiciones europeas como el Málaga. La afición se mostró muy metida en el partido empujando a los suyos sin cesar desde el pitido inicial y los jugadores no fallaron esta vez saliendo mentalizados de lo que se jugaban, presionando muy fuerte a los visitantes y jugando el balón con sentido en ataque. Especial mención hay que hacer a Kike Mateo que jugó un auténtico partidazo, su mejor encuentro en Primera. El murciano estuvo muy activo en defensa tanto estorbando en la salida de balón cuando jugó de media-punta como apoyando a su lateral cuando jugó de interior zurdo en la recta final del partido, en ataque fue fundamental por su movilidad por todo el frente de ataque, precisión en los controles y precisión lanzando a sus compañeros además de dejarse caer al centro del campo para ayudar en la salida del balón a Camacho y Matabuena cuando a ellos se les apagaba la luz.
Sorprendió Preciado con el once. Cuéllar de portero, Cámara de lateral zurdo se sumó en defensa a los habituales Sastre, Iván y Gerard, Matabuena y Camacho en el doble pivote con Pedro (derecha) y Diego Castro (izquierda) por las bandas, enganchando en la media-punta Kike Mateo y como referencia arriba Barral. Un acierto de Preciado poner a Cámara (mucho más rápido que Cote) en el lateral zurdo para frenar a Eliseu, tampoco defraudó Pedro que aportó mucho toque en el centro del campo y volvió a ser el preciso centrador a balón parado que era el año pasado. El equipo salió como un ciclón buscando tocar y tocar, con profundidad y sentido acogotando en su campo al Málaga que no la olía, los hombres del ascenso jugaban de memoria recordando los mejores episodios del año pasado, triangulaciones y relevos en ataque, apoyos y presión infernal en defensa. A ellos se unía Diego Camacho que se limitaba a cumplir el expediente en defensa y poquito más. Las ocasiones llegaban ccontinuamente, Diego Castro, Barral, Pedro, Kike Mateo,... llegaban una y otra vez con peligro, no había goles pero si buenas paradas de Goitia y corners. Corners que por fín llevaban peligro...y a la meta rival no a la nuestra en los contraataques, Pedro los ponía muy bien y sus compañeros se movían a buscar la pelota en vez de esperarla estáticos con lo que las ocasiones de remate llegaban, en especial por medio de Gerard, el catalán avisó con un remate al palo que luego rebotaria en la cara de Goitia para irse a corner de nuevo. Otra vez la maldita suerte, esos rebotes en nuestro área acaban dentro. En la segunda Gerard no perdonó y alojó el balón en las mallas malaguistas, partido encarrilado frente a un impotente Málaga que no salía de su campo.
Y el Sporting siguió llegando, y Goitia parando, especialmente un cañonazo de Barral espectacular. Pero ni siquiera tuvo que hacer una jugada para marcar el Málaga, en un balón sin peligro en la banda derecha de los andaluces el Sporting cometía una falta estúpida que Duda se ocupó de colgar a la olla y Wellington libre de marca remachó a la red ante un dubitativo Cuéllar. Minuto 37, 1-1 y viejos fantasmas que asoman en El Molinón, la película de los últimos meses se volvía a repetir y un rival inoperante sacaba petróleo del lodazal que es nuestra defensa. Pero esta vez el equipo no bajó los brazos y espoleado por una afición que no se rindió nunca apretó al Málaga hasta el descanso. Y después del descanso, tras 5 minutos en que no se jugó por pérdidas de tiempo contínuas de los boquerones, el Sporting se volvió a enchufar al partido liderado por el inconmensurable Kike Mateo, siguió llegando y colgando balones hasta que por fín la suerte sonrió de nuevo a este equipo que tanto la busca, llegó el premio en forma de autogol de Hélder Rosario en un centro de Diego Castro desde la banda izquierda. Previamente Goitia había salvado a su equipo salvando un mano a mano con Barral deteniendo el trallazo de nuestro punta.
Con el segundo gol el guión no cambió inmediatamente pero si gradualmente. A los nuestros le fue pudiendo la responsabilidad poco a poco y entrando los nervios, si bien en ataque siempre se buscó el gol en defensa la presión fue reculando poco a poco con lo que el Málaga pasó a bombear balones a nuestro área y conseguir corners, ambos recursos sembraban el pánico en la grada y la tensión aumentó también en los jugadores, conocedores de sus limitaciones defendiendo este tipo de jugadas y temerosos de sufrir un nuevo golpe de mala fortuna, sufriendo la psicosis de los últimos resultados. Ahí surgió la figura de un enorme Iván Hernández que se multiplicó en el juego aéreo y Cuéllar, pese a estar siempre inseguro, fue ganando confianza con el paso de los minutos para acabar salvando el marrón apuradamente. Entre medias Pedro salvó bajo palos un remate flojo de la delantera rival en un corner, ese disparo y el gol fue el único bagaje ofensivo del Málaga en el partido así que puede decirse que el resultado fue justo e incluso corto para los nuestros.
Parece que ha vuelto el espíritu (y la suerte) de la temporada del ascenso, justo a tiempo para salvarnos. Volvemos a depender de nosotros mismos, ahora hay que refrendar el paso adelante de esta jornada en Pucela. ¡A por ellos!
3 comentarios:
A estas alturas, bien lo sabemos los dos, ya no importa ni que en tres balones colgados nos marcaran un gol y otro lo salvara Pedro bajo palos, que nos entren los nervios en la recta final de un partido ganado ni que algunos cambios sean discutibles. Sólo importa sumar tres puntos y lo hemos logrado
¡VIVA! ¡SPORRRRRRRTING!
este Sporting es uno de los equipos más impredecibles de los últimos años, igual te sale dormido que frenético...
Menos mal que no dejamos pasar la oportunidad, sino igual hubiese sido ya tarde...
Saludos!!!! y todos a Pucela!!!! (sábado a las 21:00)
@Jorge
Exactamente, ahora es ganar o ganar.
@Nosolosporting
Hay que ganar como sea, me temo que no podré ir a Pucela pero estaré sufriendo aquí como el que más. Que nervios!!!
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