Que nadie se engañe, todos habríamos firmado hace 9 meses terminar así la liga y lo conseguimos. Preciado fue una vez más el artífice del milagro consiguiendo la permanencia con un bloque que era en su 90% el mismo que la temporada anterior en Segunda, reforzado con gasto cero y lleno de jugadores sin experiencia en Primera. También acertaron los de la planta noble manteniendo a Manolo en el banquillo independientemente de los resultados, el es el corazón de esta plantilla y sólo él podía mantenernos en Primera, con sus defectos y sus virtudes. Dicho esto ya me pongo a hablar del partido de ayer.
Repitió equipo Preciado por tercera jornada consecutiva, exceptuando la baja por lesión de Matabuena que fue sustituido por Míchel, parecía lógico repetir tras los buenos resultados d elas últimas jornadas pero los jugadores salieron como flanes, imprecisos en el pase y con muchas dudas en defensa -más de las habituales aunque parezca mentira-, enfrente había un Recre ultramotivado que demostró su calidad haciendose con el mando del partido los primeros 45 minutos. Destacaron en lo negativo Kike Mateo que volvió a dar su peor cara ralentizando el juego, mal colocado en el campo y negado con el balón en los pies, los centrales muy mal tanto en los despejes como en los marcajes convirtiendo jugadas tontas en ocasiones de peligro. Diego Castro y Míchel fueron los únicos que jugaron a buen nivel, buscando la pelota continuamente, jugandola bien, espoleando a sus compañeros e inchándose a robar balones. El Sporting tuvo varias ocasiones claras pese al mal juego, primero Diego Castro se plantó sólo ante el portero pero un mal control permitió que el meta rival se le echara en cima, luego Diego Castro se fue de medio equipo rival ganando la liga de fondo para que Kike Mateo fallara incomprensiblemente tras pase de la muerte de Diego y luego el propio Kike falló un remate de cabeza al borde del área pequeña en posición forzada. Entre medias Ersen Martin adelantó al Recre con un trallazo pegado al palo de Cuéllar tras robarle la cartera a Gerard en un fallo terrorífico del defensa con posible falta del delantero incluida.
Y con 0-1 nos fuimos al descanso, hubo charlara de Preciado a los jugadores que sirvió para tranquilizarles. Fruto de ello la imagen del equipo cambió y se lanzó al por el gol con muchas ganas espoleado por un público entregado y nervioso. Diego Castro y Míchel siguieron omnipresentes y las ocasiones iban llegando, Diego Castro y Barral hacian lucirse a un Riesgo inspirado, Camacho se incorporaba al ataque cada vez más y de repente en una jugada poco peligrosa Barral coge en el pico del área rival un balón dividido, rompe a su par y dispara cruzado para batir a Riesgo. Gol en el momento justo porque justo después Osasuna se adelantó al Madrid y necesitabamos un segundo tanto. Por fín decidió Preciado mover el banquillo y entraron Mate Bilic por el negado Kike Mateo y Morán por un poco inspirado Pedro, los 2 fueron los autores de los goles del año pasado frente al Eibar y aportaron mucha mordiente al equipo. Bilic se fajó con los defensas, fue una referencia fija en ataque y aguantó bien los balones largos para asistir a los centrocampistas, Morán estuvo mucho más activo en defensa que otras veces e irregular en ataque pero con la agresividad que se necesitaba, buscando el uno contra uno para romper la defensa rival. Fruto de ello consiguio marcar el gol de la victoria, calcado al de Barral por cierto. A partir de ahí poco fútbol, muchos nervios, llegadas del Sporting y una única ocasión para el Recre que afortunadamente se fue fuera tras fallo garrafal de Cuéllar que no cogió un centro que se paseo por el área pequeña. Final feliz, fiesta, y pobre del que quiera robarnos la ilusión...
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