Ante una mareona formada por más de 2000 sportinguistas, caudal humano que no sé cree el club y que por descontado no hace nada por merecerse (y con club me refiero a los que toman decisiones desde arriba), hemos asistido a un duelo por todo lo bajo en el que se dió el único resultado que a priori ni le servía a nadie (y menos a los nuestros)... ¡un empate!. Ojalá este sea el punto de la salvación, pero realmente uno se queda con la sensación de haber perido otros dos valiosísimos.
Por los nuestros jugaron Juan Pablo en portería, con defensa para Canella, Gregory, Botía y Pedro Orfila, doble pivote por delante formado por Rivera y Eguren, con tres atacantes más que fueron Colunga, De las Cuevas y Carmelo y Barral de delantero centro. También jugaron Mendy, Gálvez y Sangoy.
Primer Tiempo
Pese a que los dos equipos salieron muy tranquilos, algo más extraño en los locales, pronto los fallos del Sporting hacían que los veloces delanteros del racing crearanpeligro. Primero con un absurdo pase atrás de Carmelo que obliga a Gregory a hacer en la frontal una falta de amarilla ante un Stuani que llevándose el golpe dispara mal para que pare Juan Pablo (el árbitro, muy mal todo el partido, no pitó ni falta).
Dos minutos después, tras un corner, el racing pidió penalty en un agarrón de Botía (creo que era él pero no lo han repetido) que podía haber existido pero que hubiese sido muy tonto ya que no habia influencia en el juego. Justo a continuación Carmelo pierde otro balón que el Racing lleva a banda para que Arana centrase al área obligando a Botía a taponar el remate, ya solo, de Stuani. En el corner el balón le cae a Acosta que tira desde lejos muy alto.
El Racing no lograba marcar, pese a las facilidades, y daba la impresión de estar igual de mal que nosotros atrás, como cuando en el minuto 14 Carmelo, tras buena jugada del equipo, llega solísimo a línea de fondo y centra a las manos del portero en un balón que nadría podía rematar (aunque Barral estaba muy bien colocado). Los dos equipos estaban igual de mal pero, cuando ellos centraban, creaban peligro y cuando lo haciamos nosotros ni nos acercábamos.
Como decía, y a modo de ejemplo, en el minuto 16 se da la misma jugada pero al revés, con Adrián por el Racing y, en vez de hacer un centro horrible como nosotros, obliga a Juan Pablo a hacer una buena parada, dejando el balón muerto sin que Stuani, sólo, lograse rematar por centímetros.
El Sporting se estiraba, un poco envalentonado por las jugadas falladas del Racing, y De las Cuevas logra aprovechar un mal entendimiento de la defensa local dando un pase atrás que nadie va a buscar. Tras una jugada en la que un centro lateral de Arana casi lo mete gregory en propia puerta, el Sporting tiene una falta lejana que centra Colunga y Barral, un poco lejos de la portería, remata muy bien de cabeza pero sin encontrar portería.
El partido ya era un intercambio de golpes que jugaba en nuestra contra. Nosotros tocábamos mejor el balón, pero sin lograr crear peligro y, cuando nosotros haciamos un fallo (cosa que sucedía más bien pronto) ellos sí estaban cerca de marcar, como cuando Eguren logran in extremis impedir un remate de Stuani que se quedaba solo o como cuando Gregory deja un que Bernardo le gane por arriba en un cornet o cuando Orfila ve como Adrián remata esquinado obligando a Juan Pablo a hacer una intervención notable y despejando a corner.
En otra descoordinación del Racing, tras varios rebotes en el área, el balón llega a Colunga que pasa atrás para que Rivera, sólo, remate fuera en semifallo. Nada hacia presagiar lo que iba a suceder a continuación pero, en una falta tonta de Bernardo a Carmelo, el Sporting se encuentra con un trallazó de Barral tras toque de Rivera, que se va al fondo de las mallas, lo que además de poner nervioso al Racing hacia lo propio con su público que les comenzaba a pitar.
Segundo Tiempo
Aquí llegó el esperpento total. Si en el primer tiempo tocábamos pero no lográbamos entrar bien en el flojo esquema defensivo del Racing (o lo lográbamos pero nuestra escasa calidad individual impedía que fuera de forma peligrosa y efectiva) ahora parecía que haciendo lo mismo bastaría para que el racing se volviera loco y fuese al ataque dejando huecos y, además, mientras tenías tú el balón no lo tenían ellos lo que se antojaba como muy favorable.
Además, el árbitro que comenzó dando un recital de silbato (con decisiones más bien aleatorias) parecía dispuesto a dejar jugar, algo que al principio de la segunda parte nos benefició en un par de faltas de Botía y en alguna entrada de Gregory que, con amarilla, no parecía querer acabar el partido.
En la segunda parte el Racing, curiosamente, atacaba menos y peor, probáblemente fruto de los nervios, incluso hubo una jugada en la que centraron de banda, el Sporting despeja TAN MAL que le cae al mismo jugador que centró y que lo volvió hacer para que otro jugador nuestro despejara PEOR y el mismo rival centró por tercera vez (ahora mejor) obligando a Juan Pablo a despejar a corner.
Con todo teníamos el balón y el Sporting pisaba. Clemente metió a Mendy, tratando de buscar una contra supongo (y el chaval mostró cosas interesantes y por ambas bandas, junto a errores normales en un début de un chico joven y que no eran más graves que los de otros veteranos), pero la clave del partido vino cuando retiró a un Rivera visíblemente cansado (de eso no hay duda) y metió a Gálvez de medio centro.
Gálvez y Eguren juntos no pueden sacar el balón ni aguantarlo. Si es una estrategia defensiva tendría que haber quitado a un atacante (quizás De las Cuevas que no tenía el día) y jugar con cinco defensas o con tres centrocampistas trabajadores, pero dejando al único, Rivera, que podía darle sentido al balón. Si era una estrategia de juego de conjunto, alocada como las que hacía con la selección, no se ha debido dar cuenta que cuando lo hacía con Nadal o con Hierro en la selección era posible porque NADAL e HIERRO tenían una calidad técnica que no tienen los nuestros.
Con todo, tras un tiro desviado de Stuani y un disparo de Arana que atrapa bien Juan Pablo, el Sporting tuvo una ocasión clamorso en la cabeza de Gregory que, a dos metros de la portería y completamente sólo, remata fuera cuando era más difícil eso que meterla (algo que con esta logra por TERCERA SEMANA CONSECUTIVA). También Mendy creó peligro con un disparo raso que detuvo bien Toño.
Con Botía fuera del campo para que le pusieran puntos, el Racing saca una falta lateral y Gálvez le hace penalty a Stuani. No podemos opinar porque NO HUBO NI UNA SÓLA REPETICIÓN en la retransmisión televisiva (horrible) y el propio Stuani engaña bien a Juan Pablo poniendo el empate.
Tras pedir nosotros un empate en un bloqueo indecente a Barral ante mal entendimiento entre Toño y su defensa, el Sporting comenzó a dejar espacios que el Racing confirmaba con tiros lejanos desviados y centros al área sin fortuna y el Sporting, que de repente parecía que si quería podía, comenzó a tener en Barral a un asistente de lujo que no encontro comañero... primero le dió un balón a Colunga que disparó cruzado muy flojito y sin peligro para Toño, luego recuperando balones que acabaron en faltas a favor (como una Mendy que Sangoy disparó fatal) y finalmente, tras dos ocasiones del Racing en las que Jairo primero se fue de todos obligando a Juan Pablo a salvar el partido, y después Stuani tras salida en falso de Juan Pablo remata fuera por poco, el Sporting tuvo otra buena tras pase de Barral a Eguren que, solo desde la frontal, tira muy desviado.
La ocasión del partido, llegó en el descuento y a nuestro favor, cuando Barral le da desde la banda un pase al área a Sangoy que COMPLETAMENTE SÓLO se lia con la pelota y no logra ni rematar. De broma, parecía.
Finalmente un empate insatisfactorio para todos
Lo mejor
El golazo de Barral y las tres o cuatro asistencias de gol que dió a sus compañeros para nada
Colunga que, cuando coge el balón, siempre propone algo diferente y siempre inetnta crear desequilibrios en el rival.
Juan Pablo que, salvo un par de salidad malas por arriba, volvió a ser fundamental en momentos importantes
Mendy, que aportó cosas interesantes y Pedro Orfila que sigue demostrando que cumple en su puesto.
Eguren, que en el nuevo esquema se hincha a recuperar balones en defensa y a salvar remates rivales.
Lo peor
El cambio de Rivera que hundió al equipo al no permitirle tener el balón ni salida, tendencia que se reiteró con el cambio de Colunga por un horripilante Sangoy. Hoy Clemente éstuvo horroroso desde el banco.
De las Cuevas que parece que no juega. Curiosamente va a ser verdad que su posición natural NO ES POR EL MEDIO.
Que si el rival tiene un día malo, que aunque esté solo no marca, NO HAGAS PENALTY absurdo.En fin, que la cosa está muy jodida. Como mensaje de optimismo (casi alocado) decir que no hay que ganar OCHO PARTIDOS, bastaría con ganar 1 más que el Racing y 2 más que el Villarreal (si pierden mañana)... y uno es contra ellos, claro. Difícil desde luego, imposible, por supuesto que no.
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