Junto con Mallorca la plaza más propicia para el Sporting desde su regreso a primera ha sido Valencia ya que en ninguna de las dos habiamos perdido. Tras el partido de hoy ya sólo queda la isla como lugar donde el Sporting ha pasado las cuatro temporadas sin conocer la derrota y, tras lo visto, nos reiteramos en que el problema del Sporting no estaba en el banquillo sino en la calidad de los jugadores de la plantilla (no en su implicación, no en su intención, pero si en su nivel futbolístico en comparación con casi todos los equipos de la Liga de las Estrellas) y, en esa tesitura, solo un milagro apelando a que lo extrafutbolístico saque el 200% de cada jugador puede salvarnos de una rápida carrera hacia segunda... un milagro que hasta ahora tenía nombre y apellidos: Manolo Preciado.
Con todo, estamos ya inevitáblemente en una nueva etapa y nosotros remaremos como el que más desde el campo a los nuestros con los dedos cruzados y, al contrario que otros que se quejan mucho, seguiremos al equipo sea cual sea su categoría y, para que conste, seguimos convencidos de que no es ni mucho menos tarde para salvarse, aunque cada vez está un poco más complicado.
Por el Sporting jugaron Juan Pablo en portería, con defensa formada por Canella, Gregory, Botía y Lora, por delante una línea de tres formada por André Castro, Rivera y Eguren, con otra línea de tres por delante formada por De las Cuevas, Barral y Carmelo. También jugaron Ayoze, Colunga y Bilic.
Primer Tiempo
En los primeros dos minutos ya mostró el Sporting una de sus dos lacras más permanentes esta temporada. Una incapacidad para despejar con contundencia, dejando balones a los pies de los delanteros rivales que, a fuerza de tener oportunidad regalada tras oportunidad regalada, acaban marcando. En estas primeras tres ocasiones los balones colgados por los jugadores del Valencia fueron mal rematados por sus delanteros, por fortuna para Juan Pablo que tras varios despejes extraños (con el pie por delante en el área pequeña en vez de con las manos) se fue entonando bajo los palos.
Salvo alguna aproximación del Sporting que no llegaba a ser peligrosa por error en el último pase (como uno de Eguren a De las Cuevas horrible en el minuto 12) todo el peligro venía del Valencia, como en el remate flojo a manos de Juan Pablo de un Adúriz solo a pase lateral, o un balón en profundidad al que se logra anticipar nuestro portero, muy atento, cuando Adúriz se quedaba solo.
El único tiro del partido de los nuestros fue de De las Cuevas en el minuto quince, con un balón que cogió pegado a banda izquierda y que, tras encarar y superar a Ramí, trata de colocar en la escuadra de la portería ché, lugar a donde iba pero que impidió Guaitia con una parada tremenda. Los siguientes minutos fueron igual que los anteriores, con el Valencia metiendo balones sin problemas a las bandas, que los nuestros (casi siempre Lora y Canella) despejaban hacia zonas peligrosas, sin fuerza, en pases medidos a los jugadores valencianistas, de modo que en el 17 se pasea el balón por el área del Sporting y en el 18 el balón al área le cae a Adúriz que, sólo, tira muy alto.
En el minuto 21 De las Cuevas abre un balón a Barral que, completamente sólo se mete contra todos en el área rival y no logra irse del último, logrando al menos que la parroquia local, sabedora de la mala racha de los de casa, comenzase a pitar a sus jugadores.
En el minuto 26 un balón a la banda es despejado por Canella hacia el medio, donde un jugador rival aprovecha el regalo pero, precipitándose, la manda muy desviada. En la siguiente jugada un balón más a la banda cae a pies de Tino Costa, que abre a la banda para Mathieu que coloca el balón atrás para que Feghouli fusile desde fuera del área haciendo el uno a cero.
Con Canella dejando el campo lesionado, en el minuto 40 llega un ejemplo bochornoso del Sporting que transforma una falta a favor en un pase horrible que se va fuera directamente por banda ante varios jugadores nuestros resbalando. En el minuto 44 Adúriz se queda completamente sólo ante Juan Pablo al que le hace un leve toque elevando el balón para ver como se va fuera por milímetros.
Lo mejor de estos 45 minutos era que seguíamos vivos de milagro, pero vivos.
Segundo Tiempo
Botía, en una presión tras un corner a favor, roba el balón y al centrarlo al área no encuentra peligro. No es gran cosa pero queríamos contar algo en ataque de los nuestros.
A partir de aquí peligro continúo del Valencia, primero con un remate de Soldado desviado tras despeje flojo de Gregory, justo a continuación Tino Costa da un zapatazo increíble al que responde muy bien Juan Pablo y, mientras la defensa mira, el propio Tino Costa recorre casi 20 metros y llega solo para poner el balón atrás donde, mientras la defensa se sigue mirando, Adúriz empuja sólo fallando un balón que era más fácil meter que echar fuera.
Los nuestros lograban llegar tímidamente a posiciones de pase claro pero, como no saben centrar y que bote el balón en el terreno de juego, marean la pelota hasta que la pierden, como Carmelo en un par de ocasiones de esta segunda parte. Sólo en un falta, bien sacada por Carmelo, parece que va a ser controlada por Ayoze pero no sucede así.
Otra jugada esperpéntica del Sporting, con ayuda del colegiado: en un balón al hueco Juan Pablo sale con poco convencimiento y Soldado logra rematar yéndose el balón claramente fuera pero Gregory lo mete dentro en un balón que Juan Pablo atrapa con las manos y, el colegiado, señala una increíble cesión que Soldado golpea de segundas sin peligro.
En el minuto 60 Soldado da un pase de la muerte que no encuentra a nadie y en el que pide un penalti que no era, y en el 62 Tino Costa mete un balón de oro a Feghouli que se lía ante Gregory, justo antes de que el Sporting tuviera otra ocasión (no demasiado clara tampoco) en la que André Castro centra, Barral peina forzado y De las Cuevas no llega por poco en el segundo palo.
En otro esperpento llega el segundo gol del Valencia. Un balón al área llega claro para la defensa pero Lora despeja horriblemente flojo y centrado para que Feghouli fusile nuevamente aunque, esta vez, con una dirección horrible para que el balón fuese muy desviado hasta que Botía, intentando despejar, se marque nuevamente otro gol en propia puerta.
El Sporting, sin fe, se viene abajo y Soldado tiene tres ocasiones claras en la misma jugada, parando Juan Pablo en dos de ellas y en la tercera viendo como el balón va al larguero... en las tres ocasiones ni un defensa logró acercársele a molestar, al menos.
Buscando el gol del honor, Ayoze lleva una contra estupendamente y encuentra un último pase estupendo a Barral que corta un defensa in extremis, y Colunga una jugada más tarde encuentra un balón completamente sólo en el segundo palo pero fusila al lateral de la portería.
Como ya sucediera en otros partidos, el Sporting se deja ir ya en el descuento y últimos minutos y los demás, que tienen una calidad de la que carecemos, lo aprovechan sin dificultad para marcar. Y el Valencia, de este modo, se encuentra con dos goles más, el primero en un buen pase lateral que pone perfectamente Ramí, demasiado sólo, para que Jonás se adelante a un Botía timorato y nada contundente y, el segundo, en un pase al hueco de Soldado a Jonás que supera fácilmente a Juan Pablo.
Es normal perder en Valencia pero parece ser que los males, obvios, que tenemos no eran cosa de Preciado. Algo que sabia casi todo el mundo menos los ciegos y los que opinaban en su contra por intereses particulares.
Lo mejor
Colunga muestra destellos de calidad que hacen presagiar que va a ser muy útil desde ya mismo y De las Cuevas que tuvo el remate más peligroso también en un golpe de genialidad.
Ayoze no estuvo demasiado mal en el lateral, claro que este año no le ponen difícil no desentonar.
Lo peor
A riesgo de repetirno volvemos a lo mismo: el Sporting no sabe centrar. Vemos que todos los equipos de Primera, hasta los de abajo, pueden al menos empujar colgando balones para que acierten sus delanteros o fallen los defensas rivales, pero nosotros llegamos bien a zona de pase y o bien no lo hacemos (que visto lo visto se entiende) o bien es un pase al área que ni bota dentro del campo. Ridículo y elimina la posibilidad de encerrar, embotellar o apelar a la épica en momentos determinados y, lo que es peor, acabar jugadas bien elaboradas que quedan en nada de nada.
Los despejes ridículos, en concreto este año de todos pero en especial de Lora y Canella, que dan segundas y terceras oportunidades, e incluso a veces se las inventan donde no las hay, para los rivales, lo que hace que de tanto ir el cántaro a la fuente se rompa. Además hacen que de tanto recibir balones laterales los centrales estén inseguros y nerviosos y que, a lo largo del partido, cometan inevitablemente algún error y parezcan peores de lo que son... no creo que nuestros centrales estén peor pero, como los laterales están HORROROSOS, pues ahí está la diferencia en la línea defensiva... eso y no tener otras opciones para el lateral si baja el nivel de los presuntos titulares.
¿Porqué nuestros jugadores se caen constantemente todos los partidos, con resbalones bobos, y los rivales no? ¿problemas con el tímpano?
Porque tantos despejes de Botía, casi a uno y medio por partido, se convierten en remates peligrosos sobre propia puerta ¿miopía?
Pensar que en 90 minutos hemos vuelto a tirar UNA sóla vez a portería y, así, acabas perdiendo casi siempre.
Eso sí...
Sigo pensando, aunque los demás equipos están todos bastante entonados, que si pasamos el Sevilla estando a seis puntos o menos de la salvación, podremos aprovechar el factor Molinón contra los equipos de abajo que quedan por venir y salvarnos. Ojalá sea así...
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