Hemos asistido, casi con total seguridad e independientemente de que hay que seguir luchando hasta que sea matematicamente imposible, al partido que sella oficiosamente el paso del Sporting por primera division en esta etapa reciente. Ahora mismo apetece poco hacer una crónica y, en realidad, apetece mas analizar la serie de desbarajustes en cadena que nos han llevado al lugar que ocupamos por méritos propios, sin embargo cumpliremos con la obligacion y dejaremos para otro momento posterior otra clase de disquisiciones.
Por el Sporting jugaron, en un ambiente de gala con un campo abarrotado pese a los continuos disgustos, Juan Pablo de portero, seguido de una linea defensiva formada por Lora, Eguren, Iván Hernández y Pedro Orfila, ayudados por delante por Rivera de pivote y antes de una linea de dos formada por Nacho Cases y Andre Castro, otra de tres con Colunga, De las Cuevas y Barral. Tambien jugaron Óscar Trejo, Canella y Sangoy.
Primer Tiempo
El Sporting salió bien sentado en el campo, presionando y tratando de llevar pronto el balón arriba a la línea con más talento del equipo. mientras que el Zaragoza se empleaba con dureza (bastante consentida por un Texeira Vitienes que supo desquiciar a ambos equipos) y trataba de hacer un juego más rápido saliendo con habilidad a la contra.
Con el paso de los minutos, sin crear ocasiones muy claras, el Sporting comenzó a cercar al rival e incluso dispuso de una buena ocasión en un corner rematado en el centro del área por Eguren que obligó a Roberto a hacer una buena parada. Con todo la ocasión más clara llegó con un robo de balón del Sporting tras una presión extraordinaria, llegando el balón a Colunga que recorta a un defensa y sólo ante el meta rival la tira al muñeco y, el rechace, va para André Castro que está solo pero no puede conectar un balón más complicado de lo que parecía.
El partido estaba de cara para el Sporting, como muchas veces tras remar y remar sin cesar para tener alguna ocasión clara, para que como otras tantas veces el rival en un balón tonto nos haga una jugada de clarísima que no perdona. Esta jugada fue en el minuto 37, en un balón lejano colgado para que Lafita entre los dos centrales toque de cabeza para Postiga que, sólo ante Juan Pablo, no perdona.
Tenemos muy poca definición en ataque para aprovechar las ocasiones que nos cuesta tantísimo conseguir y, en cambio, regalamos ocasiones muy claras con tremenda facilidad ante rivales que, al contrario que nosotros, no perdonan. Es lo que tienen los rivales en primera división.
Así llegamos hasta el descanso con las cosas pintando muy mal.
Segundo Tiempo
El Sporting tuvo la suerte de encontrarse con un empate muy pronto, lo que devolvió la fe a la hinchada y al equipo, a través de un corner sacado por Colunga que entró el remate de Eguren en el segundo palo.
De nuevo se volvió a la tónica del primer tiempo, con el Sporting moviéndose mucho para obtener poco rédito y un Zaragoza intentando sorprender a la contra. Por nuestro lado tuvimos varias ocasiones, incluso con un posible penalty que no se señaló (y que sin duda era mucho más claro que el que nos pitaron en contra en Bilbao) y el Zaragoza se encontró con dos acciones de peligro que detuvo bien Juan Pablo en una ocasión (aunque no dio corner el árbitro) y entre la defensa y el propio atacante a continuación.
Y de nuevo la ocasión de gol más clara fue nuestra, con un De las Cuevas genial que gana banda, se interna en el área, da el pase atrás para que Sangoy, complétamente solo, la tire altísima. Justo a continuación, y tras una contra en la que claramente íbamos dos contra uno pero en la que el propio Sangoy la regala incomprensíblemente al defensa, y como se temía el respetable y queda claro que es por algo, jugada por banda del Zaragoza y Zucculini la echa atrás para que llegue Lafita y toque levemente, ya en el descuento, haciendo el gol definitivo que hunde aún más a los nuestros.
Lo mejor
La afición, como siempre, aunque no estoy de acuerdo con lo de "Sporting, échale huevos" o "esa camiseta no la merecéis". Creo que el problema del Sporting es de calidad y que los jugadores difícilmente podrían correr más... si robas, conduces, combinas, te quedas solo ante el portero y el balón casi sale del campo en vez de ser gol, los "huevos" poco tienen que ver.
Eguren, haciendo lo que podía en una posición que no es la suya, supo sacar bien el balón, salvó un par de remates peligroso y marcó un gol que nos metió de nuevo en el partido con un tiempo completo por delante.
Rivera que trabajó como un loco en todo el campo. Está para renovar por cinco años.
Pedro Orfila que no aportada nada en ataque pero es un seguro defendiendo su banda. Aquí hay un jugador interesante, pero debe tener por delante alguien que cree peligro sin la incorporación del lateral.
QUE LAS MATEMÁTICAS DICEN QUE MIENTRAS HAY VIDA HAY ESPERANZA.
Lo peor
Clemente, que vuelve a cargarse el partido con los cambios. Por un lado Canella está fatal en su banda, y Lora la estaba tapando bien (Lora sigue sin estar al 100% pero va mejorando, subía bien al ataque y tapa más que Canella en el actúal estado de forma de éste), pero quitando a Orfila por Canella y devolviendo a Lora a su banda habitual, perdimo consistencia en la izquierda y por ahí entró el gol. Por otro lado su obsesión con quitar a Barral la última media hora (o no ponerlo) es absurda, de hecho prefiero que lo ponga solo la última media hora a que no la juegue, es un completo suicidio.
André Castro está muy desaparecido, con mucha pelea pero poco acierto y, siendo importante lo primero, lo segundo es lo que vale. Si recuperas cinco balones con buena actitud pero los pierdes por poco acierto no vale de nada, si recuperas solo uno pero lo juegas bien estamos ante algo más útil.
El retorno de algunos jugadores. Igual el mister cree que así los tienes a todos contentos pero, el que no vale, es porque no vale. Y ir dando minutos a dos ahora, y luego no convocarlos, etc... llega en un momento muy poco oportuno. El mejor exponente es que la aportación de Sangoy ha sido de crucial importancia pero para el Zaragoza, que gracias a él no ha perdido este partido.
Aquí podría ir otra vez lo que puse arriba en rojo: nos cuesta infinito crear peligro y, si lo logramos, no tenemos la calidad para aprovecharlo y, al contrario, damos ocasiones claras con mucha facilidad y los rivales, que son jugadores de primera división, no las perdonan.
QUE AUNQUE LA MATEMÁTICA DICE QUE AÚN SE PUEDE, LO QUE VEMOS NOS DICE QUE NO.
El arbitraje que fue pésimo y muy permisivo con los visitantes.
Con todo, aunque así no parece posible, confiemos en que encadenemos una racha de 3 victorias en los próximos 5 partidos para llegar con posbilidades, por pocas que sean, a la recta final de liga. No podemos bajar los brazos y hay que pelear hasta el último punto del último partido.
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