Derrota en Tenerife a pesar de comenzar ganando, y es que los que habíamos visto este año partidos del Tenerife en la tele sabiamos que es un equipo parecido a nosotros el año pasado. Capaz de cualquier cosa si está inspirado pero con endeblez defensiva que le hace perder partidos que no debería perder por juego y ocasiones. Y a veces muestra, también como nosotros el año pasado, ambas caras en un mismo partido, no en vano venía de ir perdiendo 3-0 en Valladolid al descanso la semana pasada y en el segundo tiempo logró empatar a tres.
Hoy, con la derrota, se rompen dos rachas y media simultáneamente. Se rompen los casi 400 minutos de Juan Pablo sin encajar, se rompen los siete partidos sin perder de los nuestros y se rompe la racha favorable ante el Tenerife después de que nos ganaran en El Molinón ya hace años tras venir tocados anímica y numéricamente del partido de Eibar donde el malvado, maldito y retirado "Robado" Rodríguez nos birló el ascenso.
Por el Sporting, luciendo la segunda equipación, formaron Juan Pablo en portería, con defensa para Lora, Gregory, Botía y Canella, centro del campo para Luis Morán, Rivera, Michel y Diego Castro, con De las Cuevas de media punta y Bilic de delantero centro. Jugaron también Carmelo, Barral y Maldonado.
El primer tiempo comenzó de forma loca, con un gol fantasma pedido por el Tenerife al saque de un corner (donde rematan dos veces en el área) y la jugada, aunque en principio dudosa, parece tras ver en la tele que relamente no es gol pues entre el larguero y el portero impiden que entre. En la siguiente jugada un balón en largo acaba en De las Cuevas que pasa a Castro que recorta a un defensa rival y marca su cuarto gol de la temporada.
Después, con el juego controlado opr el Sporting y posesión predominante para el Tenerife, el tiempo pasa relajádamente para ambos porteros. El Tenerife quiere meterse en el partido con faltas, hasta que en un par de ellas logran lesionar a De las Cuevas que estaba participando en el juego colectivo más que de costumbre. Así, con alguna falta o corner y poco más se llegó al descanso en un partido muy controlado.
El segundo tiempo comenzó como el primero y pronto, en un sprint para llegar a un remate, Bilic sufre un tirón y pide el cambio. Se lo piensa mejor en la banda, vuelve a entrar, y en la jugada siguiente no puede llegar a un remate por la misma circunstancia y entonces sí tiene que abandonar el terreno de juego en camilla (no en litera como dijo el comentarista televisivo, jeje) probáblemente, y aunque esperemos que no, habiendo agravado la lesión y no habiendo podido llegar a un remate favorable.
La mala suerte parecía habernos mirado y así, poco después, en otra jugada sin aparente peligro del Tenerife acaban tirando, el balón pega en un defensa del Sporting, despista a Juan Pablo y logran en el empate.
A partir de aquí el Tenerife se vino arriba, comenzó a jugar muy bien, los nuestros desaparecieron del partido y mostraron su peor cara. Poca movilidad arriba, como en dos ocasiones en las que Diego Castro no pudo pasar a nadie desmarcado o que no estuviera en fuera de juego, con Barral perdiendo muchos balones y con un Maldonado que, voluntarioso, tampoco estaba afortunado (Preciado en los cambios sigue mostrando su único punto débil, a pesar de que hoy fue valiente y estuvo obligado por las lesiones, parece que era más necesario meter a un centrocampista que a un extremo como Maldonado). Balones colgados a nuestro favor y poco más, mientras que el Tenerife marcó el segundo en un remate certero y ajustado de Nino tras varios rechaces en el área y no metió el tercero por fortuna para nosotros.
Con todo ésto no empaña la excelente temporada de los nuestros, que ahora reciben a un poderoso Sevilla en un Molinón que esperemos siga siendo inexpugnable.
Lo mejor
Botía que estuvo perfecto en todo momento (aún le sobran algunas faltas innecesarioas) e incluso corrigió errores de los compañeros. Sobrado y cada vez mejor.
Gregory que, aunque tuvo un par de desaciertos, volvió a dar seguridad por arriba y consistencia a la defensa.
Detalles de Diego Castro y un De las Cuevas que empieza a ser más consistente poco a poco.
Lo peor
El centro del campo en todo el segundo tiempo. Rivera se le vió superado y Michel desapareció los 45 minutos por completo.
La poca picardia cuando nos pusimos debajo en el marcador para, aunque fuera al patadón, colgar balones
Barral y Maldonado que entraron como si el árbitro ya hubiese pitado el final.
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