Sporting 4 - Sevilla At. 1; por el buen camino

Había dudas de las secuelas del mazazo de Málaga tanto en el equipo como en la afición y en el minuto 5 ya estaban despejadas. Un gran mosaico y una calurosa ovación para los jugadores cuando salieron del tunel de vestuarios dejaron claro que el público estaba a muerte con los suyos y que ninguna derrota romperá el lazo que une a grada y plantilla este año. Y los jugadores respondieron, salieron como aviones dispuestos resolver el partido por la vía rápida lanzados por 2 jugadores enormes en las bandas, coordinados por un genial Kike Mateo y con Mate Bilic enseñando el camino a seguir a sus compañeros. Geniales los 4 dieron un clinic sobre como se ataca con numerosos desmarques y buenas combinaciones que generaban continuas situaciones de peligro en el área rival. Míchel y Matabuena iniciaban las jugadas, mientras Jorge (que se incorporaba con peligro a balón parado siempre), Iván y Roberto veian el partido en primera fila y Sastre y Canella cumplían con el expediente.

Fruto de todo esto llegó el primer gol en un corner sacado por Pedro que tocaría Jorge para que Kike Mateo empujara a gol, un tiro al palo de Kike y numerosas llegadas al aéra rival frente a una sola llegada visitante en un fallo defensivo indicaban que todo iba por buen camino. ¿Todo? Bueno, no. El árbitro se empeñaba en entorpecer la labor del Sporting, faltitas raras en contra por aquí, toques sin sancionar a favor por allá, un penalty de libro a Kike Mateo que se come a medio metro y como colofón un penalty que solo ve él en el minuto 40 a favor de los visitantes. Pitada, y más pitada. Presión y más presión. Alfaro marca. El árbitro se caga y lo manda repetir, de risa. Alfaro marca de nuevo y ya nos ha jodido. Pese a todo el Sporting tuvo tiempo antes del descanso de llegar un par de veces más con peligro. Descanso y pitada, grande, enorme, descomunal. Miedo e indignación, el espíritu de Eibar y Rodado aún flota en El Molinón.

Y por fín, 15 minutos más tarde salen los jugadores, ovación de lujo y pitada aún más sonora si cabe al trencilla de turno. El equipo llevado en palmitas por la afición encierra al Sevilla At. y llega, y llega, y llega hasta que Jorge aprovecha un fallo de la defensa al tirar la línea para batir a Javi Varas, el árbitro se queda clavado, dudando, como esperando poder anular el gol pero el asistente corre a medio campo, casi como si no le quedara más remedio da validez al tanto. A partir de ahí el Sporting se vuelve si es posible más apisonadora, ocasiones y más ocasiones ante un rival cada vez más roto, tanto por la lesión del pobre redondo como por los goles de Kike Mateo y Bilic, un juguete roto en manos del Sporting y el árbitro compensando con faltitas tontas a favor del Sporting para limpiar su imagen, para tener una coartada. A buenas horas mangas verdes. Al final Preciado puede reservar a los tocados y dar unos minutitos a Barral, que tuvo tiempo hasta a fallar un gola puerta vacia, mejor, que falle con 4-1 y los guarde para otro día.

Un partidazo del Sporting que da imagen de llegar lanzado al tramo final de tmeporada, al menos ofensivamente porque en defensa se volvió a fallar en ocasiuones puntuales (sobre todo Sastre y en menor medida Iván) y el equipo se mostró flojo una vez más cuando defiende a balón parado. Pese a todo la imagen es cuasi inmejorable y además los resultados de los rivales acompañaron. Domingo feliz y tranquilo por una vez, ya queda menos y seguimos por el buen camino.

LO MEJOR

La fortaleza mental del equipo que se repuso perfectamente del golpe de Málaga.

La pegada arriba que tiene el equipo.

Pedro está que se sale, parece dispuesto a dar el salto de calidad que esperaban en Mareo.

Kike Mateo y Bilic se complementan de maravilla y Diego Castro está muy fino de nuevo.

LO PEOR

Algún despiste defensivo.