La victoria empezó a gestarse durante la semana en el laboratorio de Preciado. El cántabro estudió el rival a conciencia y preparó el partido ocultando el once para sorprender a los andaluces. Sacó el centro del campo más solidario posible, Rivera y Eguren en el doble pivote con (de izquierda a derecha) Diego Castro, Carmelo y De las Cuevas por delante para enganchar con el últimamente suplente Sangoy. Cinco hombres que aunan calidad con sacrificio y forman el centro del campo más equilibrado que puede alinear el Sporting actualmente. Con ellos Preciado buscaba madurar las jugadas con mucho toque cuando tuviéramos el balón para no conceder contras a los andaluces, tener calidad para mover el balón y evitar un duelo físico con los potentes pivotes del Sevilla y disponer de una línea medular con hombres sacrificados en defensa para mantener líneas juntas, defendiendo con orden y paciencia hasta que los visitantes perdieron el balón. Multiplicandose en ayudas defensivas para cerrar las incorporaciones de segunda línea que tanto y tan bien trabajan los jugadores del Sevilla, sin buscar la habitual presión del Sporting que podría ser la tumba del equipo por la calida del rival.
La jugada le salió perfecta a Preciado y el resultado fue un Sporting que maravilló a la afición disputándole la posesión del balón al Sevilla desde el pitido inicial y consiguió imponer el ritmo de juego durante casi todo el partido. El juego de toque del Sporting tuvo fases magníficas aderezadas con combinaciones preciosistas, redondeadas con los regates de Diego Castro y las paredes de los de arriba. Cote y Lora se unieron al festival ofensivo con sus habituales incorporaciones por la banda y para redondear el juego reapareció el mejor Rivera. Riverita volvió a ser el de las mejores tardes de la temporada pasada, el metrónomo del Sporting se hartó de robar balones y jugarlos con criterio, dirigir a sus compañeros, pelear y dar la asistencia del primer gol a Sangoy.
No obviemos el papel del argentino en el partido. Gastón abrió la lata (min. 5) a la vez que nos enseñaba que, además de dar zapatazos con las 2 piernas, el remate de cabeza es otra de sus virtudes. No contento con ello, volvió a dejar patente que se entiende a la perfección con los compañeros, se desmarca casi siempre hacia el lugar correcto y entiende el juego como hace mucho que no le veía a un punta del Sporting. La distancia con Bilic y Barral es sideral en beneficio de Gastón, no sólo por pegada (que también) sino por las alternativas que da al equipo. El argentino debería ser indiscutible en este Sporting.
Pero no sólo de ataque vive un equipo de fútbol. Todos se aplicaron en defensa pero el peso fundamental lo llevaron el infatigable Eguren y (como es lógico) la línea defensiva. El uruguayo estuvo esta noche por detrás de Rivera y tanto ellos como el equipo lo notaron para bien. Eguren porque está más arropado y no debe abarcar tanto espacio, moviéndose más a los lados (y con más tiempo) que hacia adelante no queda evidencia su lentitud y aporta mucho más, mientras que Rivera al estar más adelantado tiene más libertad de movimientos y puede aportar su dinamismo al juego quedando olvidado el "Rivera encorsetado" que veíamos este año. El equipo ganó con todo ello solidez y las llegadas en ventaja de los atacantes visitantes llegaron con cuentagotas. Pese a ello volvió a quedar en evidencia el centro de la zaga rojiblanca, Gregory no pasa por su mejor momento e Iván no tuvo su mejor tarde pero entre los 2 consiguieron salvar la difícil papeleta de ayer jugando práctico y con el apoyo de sus compañeros, en especial Lora y Cote que estuvieron atentísimos toda la tarde a la hora de caer al centro a apoyar a los centrales.En las pocas ocasiones en que todo fallaba apareció siempre Juan Pablo.
Ante tal recital del Sporting los visitantes intentaron tocar, sin éxito, en la primera mitad para tras el descanso buscar ese "plan b" que tan bien les suele funcionar a los sevillistas: ensuciar el partido. Patadas, lesiones fingidas, provocaciones y demás triquiñuelas en las que por fortuna el Sporting no cayó. Lo que nos permitió llegar a los últimos 20 minutos con el partido encarrilado y el rival maniatado. Al final entre Palop, la falta de puntería del Sporting y un gol anulado a Novo en la recta final lo que pudo ser una goleada se saldó con 2-0 a favor.
Victoria de mucho mérito del mejor Sporting de los últimos 8-10 meses, ante un rival que vendió cara su piel. ¿Ahora qué? ¿Seguimos contra Preciado?
LO MEJOR
*Rivera. ¡¡¡Qué partidazo!!! No se le olvidó esto de jugar al fútbol.
*Diego Castro y Sangoy. Los jugadores de más calidad técnica del equipo, lo demuestran día sí y día también.
*Cote y Lora. Arriba, abajo, defensa, ataque. De todo y casi todo bien. Lo del madrileño encima es habitual.
LO PEOR
*Gregory. Se le ve lento y bastante fallón, necesitamos que coja la forma ya. Con todo, salvó la papeleta.
*Las salidas de Juan Pablo. Está muy dubitativo en los balones aéreos lo que hace que cada balón colgado da auténtico pánico. En las demás facetas del juego sigue estando muy bien.
*Pardillos. Hacemos un cambio ganando y salimos corriendo, se lesiona un jugador nuestro y no echamos el balón fuera, no sabemos cortar el juego del partido. Entre ser marrulleros y ser pardillos hay un término medio. ¿Cuándo aprenderemos a hacer "el otro fútbol"?
Sporting: Juan Pablo, Lora, Gregory, Iván Hernández, José Ángel; Eguren, Rivera; De las Cuevas (Nacho Novo, m. 75), Carmelo (Sergio, m. 89), Diego Castro y Sangoy (Bilic, m. 80).
Sevilla: Palop; Konko, Alexis, Escudé, Navarro; Renato, Romaric (Kanouté, m. 55), Luis Fabiano, Alfaro (Acosta, m. 72), Perotti y Negredo (Guarente, m. 55).
1-0, m.5: Sangoy cabecea a la red un centro de Rivera desde la banda izquierda.
2-0, m.50: Diego Castro, remata de soberbio taconazo un pase de Carmelo desde la izquierda tras una jugada colectiva.
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