Sporting 1- Vecindario 0, 3 puntos en 10 minutos

Lo más importante hoy el resultado, el Vecindario planteó el partido encerrado atrás buscando que su delantero centro cazara algún contraglope y casi le sale bien. Sin una gran prsión pero con sus jugadores colocados perfectamente cerraron todos los huecos en la primera parte y el Sporting solo pudo crear peligro en una falta botada justo antes del descanso por Barral que despejo a corner en una gran intervención Kelemen y en un par de coladas por banda de Pedro y Omar aprovechando el hueco que dejaron los laterales visitantes en sus pocas incursiones al ataque. Congo y Barral no podían jugar al recibir casi siempre balones frontales de espaldas a la porteria o tener que bajar mucho para poder recibir en condiciones, el lio en el medio campo era tremendo y ni Andreu (correcto pero no super como otros días) ni Míchel encontraban el modo de penetrar en la defensa canaria. De todas formas el equipo se veia sobrado en defensa y no se pasó ningún apuro.

Preciado leyó bien el partido y al descanso sustituyó a Pedro por Diego Castro, el chaval había cumplido pero la masiva presencia de jugadores en medio campo le impedía hacer su juego de toque y el gallego, que demuestra jornada tras jornada que su regate es muy desequilibrante y merece puesto en el equipo titular, cambió el partido por completo regateando a todo el que le salía al paso. Además cambió a Omar de banda (hasta que lo sustituyó Gerardo) y en la derecha creó más problemas a su par que en la izquierda. El Sporting tuvo 10 minutos muy buenos en que desarboló al Vecindario y fueron suficientes para marcar el gol, tras una jugada de Barral en que de rebote en la defensa y Diego Castro el balón acabo en Congo que no perdonó, la magia negra volvía a El Molinón y el público entregado le cantaba "cumpleaños feliz". A partir de ahí al Sporting se le olvidó como se juega y se encerró atrás, perdía el balón rápido y menos mal que el Vecindario está muy limitado y no achuchó porque aún así Roberto en el descuento tuvo que derribar a un punta visitante fuera del área, por fortuna fue amarilla y la falta se sacó sin peligro. Preciado antes había intentado dar empaque al medio campo pero la entrada de Javi Fuego por Barral fue peor para el euqipo porque Javi no acertaba a despejar nada y daba el balón con frecuencia al contrario, además de haber perdido presencia arriba ya que Barral era el jugador más entonado cuando se le sustituyó.

Al final se pidió la hora, más por psicosis de tantas victorias que se nos van en los últimos minutos que por los sustos que dió el Vecindario. No estaría de más agradecer al entrenador canario que nos facilitara la taréa dejando en el banquillo hasta muy entrado el partido a Epkopi y Xisco, están locos estos técnicos.