sábado, noviembre 06, 2010

Próximo rival: Almería.

Esta semana nos enfrentamos a un rival directo. El Almería de Lillo está situado en la tabla con 8 puntos, entre el Sporting con 9 y el descenso que marcan Málaga y Deportivo con 7. Importantísimo puntuar en un campo gafe para el Sporting (nunca hemos puntuado en Almería) para eludir la amenaza del descenso la próxima semana con la visita del enrachado Madrid de Mourinho.

Lillo.

Lillo aplica en el Almería su filosofía de siempre. Entrenador más mediático que efectivo, busca que sus equipos toquen la pelota en casi cualquier situación renunciando al pelotazo y usando el contraataque, con un 4-3-3. Su premisa, excesivamente romántica, genera unos equipos blanditos atrás que abusan del toque horizontal y poco efectivos a la hora de generar peligro. Sus defensores lo venden como fútbol espectáculo, sus detractores como vendedor de humo y muy pocos se quedan en el término medio. A la hora de hacer balance, guste o no guste, quedan un montón de fracasos y destituciones entre los que destaca el doble fracaso a la hora de ascender a la Real Sociedad a Primera División por el único éxito de su gesta para llevar al Salamanca a la máxima categoría del fútbol español.

Portero

La estrella del equipo está en la portería. Diego Alves es el portero de la liga que más interviene (lo que dice mucho de la defensa), guardameta completísimo que destaca especialmente bajo los palos y da la sensación de poder jugar en un grande.
Diego Alves, el cerrojo.
Defensa

La línea más floja del equipo. En el centro Carlos García y Acasiete, centrales muy lentos al corte. Acasiete es un buen marcador al hombre pero poco atento a las ayudas y muy malo en salida del balón, Carlos García se maneja bien en el juego aéreo y tiene buen toque pero es durillo de cintura. En los laterales jugadores ofensivos, un centrocampista reconvertido como es Juanma Ortiz en la izquierda y Míchel Macedo en la derecha. Jugadores con tendencia a subir al ataque y con todo lo bueno y lo malo que eso significa. Ortiz es más sacrificado y tiene más talento que el brasileño, que se basa más en su potencia. Si se sale rápido a la contra se puede ganar superioridad por bandas con facilidad.

Centro del campo

El trivote de Lillo vienen formándolo Corona, Bernardello e Mbami. Bernardello - buen posicionamiento y habilidad para robar el balón- y Mbami -potencia- ponen el trabajo y juegan la pelota fácil dejando un poco más suelto al talentoso Corona para crear juego y enlazar con los puntas, con su visión de juego y calidad en el pase. La alternativa desde el banquillo es Vargas, más trabajo y oficio.

Corona, el talento en el centro del campo.

Delantera

Piatti y Crusat abieros a las bandas con Kalu Uche como referencia forman la delantera almeriense. 3 jugadores muy rápidos y habilidosos. Ninguno de ellos juega como referencia pero tienen mucha movilidad, pueden (y lo hacen) intercambiar posiciones el partido. Especialmente peligroso Crusat por su verticalidad, buen disparo de media distancia y regate. Piatti es muy intermitente y puede tener un partido inspirado o no dar una, es el más talentoso de los 3 pero más asistente que goleador. Kalu Uche es el que pone el gol, rematador completo, le gusta venir desde atrás aprovechando su buen desmarque pero que sin una referencia que le acompañe baja mucho su rendimiento.

Crusat, el puñal del Almería.

Las alternativa en el banquillo son Ulloa y José Ortiz. Ulloa es un magnífico cabeceador fichado del Castellón (descendido a Segunda B la pasada campaña), un 9 clásico que aporta algo distinto al equipo de Lillo. Ortiz es otra alternativa de desborde por las bandas, con muy buen regate y la capacidad de enganchar a la afición con el equipo. El gran capitán une a talento un sacrificio encomiable, algo parecido a lo que hacía Kike Mateo en Gijón.

Conclusión

El Almería es uno de los equipos flojos de la categoría. Con un centro del campo tosco y una defensa floja, es de los que peleará (probablemente) hasta el final por eludir el descenso. pese a que el campo es gafe para el Sporting el rival es asequible. Bloquear las entradas por banda puede ser la clave para sacar algo positivo, en ataque habrá ocasiones a poco que el equipo salga enchufado.

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