jueves, mayo 17, 2007

Y como hemos cambiado (II)

Continúo con el análisis de como hemos llegado a ocupar la parte baja de la tabla tras la magnífica primera vuelta del equipo, quien quiera ver la primera parte puede pinchar aquí.

Otros puntos importantes me parecen:

*Las rotaciones

Al principio debido a que la plantilla se cerró tarde y la llegada del técnico también fue apurada, Preciado tuvo poco tiempo para configurar su once base, luego las lesiones y las sanciones le fueron obligando a cambiar mucho la formación y finalmente cuando mejor jugaba el equipo, coincidiendo con la confirmación en el equipo del doble pivote Míchel-Andreu, el gran rendimiento de Diego Castro y Barral y lo mucho que prometía Congo, además de la confirmación de Joni para el primer equipo. Preciado se empeñó en meter con calzador a Javi Fuego, sacar de las alineaciones a Diego Castro para dar minutos a otros jugadores, rotar sin sentido a los delanteros y empecinarse por poner a Samuel. Todo ello minó la moral de Andreu, que cuando tuvo que volver al equipo era otro jugador, sin moral por la descofianza de su entrenador y no dejando nunca estar a tope de forma ni de confianza a los jugadores.

*Debilidad defensiva

Todos sabiamos que la parte más débil del equipo (tanto por jugadores como por el sistema de Preciado) era la defensa, el míster no fue capaz de corregir los errores de concentración ni de enseñar conceptos básicos a los centrales que se ven burlados frecuentemente en las jugadas de estrategia y tienen errores al intentar sacar el balón jugado en ocasiones que son clarísimas para despejar, además de muchos errores de posición. Individualmente parece que todos están por debajo de su nivel pero es que colectivamente no da la sensación de estar trabajada la zaga, todo lo contrario que la presión de las líneas de arriba que se nota muy ensayada.

*Desaparición de la presión

En la primera vuelta todo el equipo presionaba al rival continuamente haciéndole muy difícil jugar el balón, en la segunda vuelta la presión aparece en fases muy concretas de los partidos y no en todos. ¿Se deberá a un bajón físico (no lo parece), indicaciones técnicas o qué? Se aceptan teorías.

La semana que viene continuaré con las causas.

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