Ayer, en la conexión que en el Larguero hicieron con las ciudades implicadas en el ascenso a primera, el sportinguismo volvió a dar una lección de amor a los colores. Pasaba la una de la madrugada, y ya habia colas delante de las taquillas de público general de El Molinón ¡y las entradas no se ponen a la venta hasta hoy por la tarde! ¡Increíble pero cierto!
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